Natalia Estenssoro Bravo
Últimamente, hemos escuchado mucho sobre deuda externa, préstamos, y sostenibilidad. Un poco abrumante. Pero de algo podemos estar seguros: Nuestra deuda externa incrementó para evitar que los efectos económicos de esta pandemia se disparen.
Hablar sobre la sostenibilidad de la deuda es un debate infinito que empezará con el clásico “depende” de los economistas. Aun así, muchos políticos, analistas y facebookeros intelectuales, cuestionaron el endeudamiento del Estado después de que éste solicitara créditos a organismos como el Banco Mundial o el temido FMI.
Seamos objetivos. Entre el 31 de diciembre del 2019 y el 31 de mayo de este año, la deuda externa creció en un 3,17%. Pasó de 11.267 a 11.624 millones de dólares, lo que representa el 28,2% del PIB. Considerando el límite del 50% sugerido por la CAN, podemos dar un suspiro de alivio. Sin embargo, hay 2 puntos que tocar:
El primero es que utilizar dinero prestado o donado, no es tan fácil como quisiéramos. Antes de hacerlo, la Asamblea Legislativa Plurinacional debe aprobarlo. Los préstamos de la CAF, el FMI, y del Banco Mundial se encuentran en este limbo. Los mismos ascienden a 50, 320 y 254,3 millones de dólares correspondientemente; llegando a un total de 624,3 millones que esperan a ser utilizados desde el 20/04. ¡Qué viva la burocracia!
El segundo, es que los organismos internacionales no desembolsan de one todo el dinero solicitado, sino, que siguen un cronograma de desembolsos mensuales. Por lo que hay recursos que se están recibiendo este año cuando fueron gestionados el anterior.
Ahora podemos decir que la información circulando en nuestros feeds sobre los préstamos y donaciones del Estado, es poco precisa, ya que una parte de este dinero fue desembolsado con otros fines, (desarrollo agropecuario, agua potable, tratamiento de aguas residuales, etc.) y otra está estancada esperando que el legislativo se ponga las pilas para aprobarlo.
Ésto nos da un pantallazo de los costos de la burocracia en el país de las maravillas, donde los contrastes políticos son más importantes que las vidas perdidas a causa de la pandemia.
Ampliando el panorama:
Por la emergencia sanitaria, el Estado se adjudicó cuatro préstamos por un valor total de 1.629 millones de dólares.
Según el PGE, este año Bolivia prevé emitir bonos soberanos por un valor de hasta 1.500 millones de dólares, siendo la cuarta vez en 9 años que se recurre a esta forma de financiamiento. ¿Obtendrás uno?