Aportes Simbólicos
- LaLlamaFinanciera
- 26 may 2021
- 3 Min. de lectura

Por: Fabián Miranda
Existen cuatro grandes sectores económicos —cocaleros, cooperativas mineras, transporte urbano e interprovincial y comerciantes— que únicamente realizan tributos simbólicos y no facturan; de acuerdo a la revisión de los regímenes especiales del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN).
Curiosamente, dos de los sectores económicos que no facturan, los cocaleros y los cooperativistas mineros, tampoco realizan aportes al SIN. Mientras que los comerciantes y los transportistas se encuentran en regímenes especiales bajo los cuales realizan aportes fijos mínimos al fisco.
Recordemos que, en pasadas semanas, la intención del Gobierno nacional de implementar un impuesto a los servicios digitales generó un debate acerca de la ampliación de la base tributaria en el país, con la inclusión de nuevos sectores que aporten con sus impuestos a la recaudación fiscal, como, por ejemplo, los cocaleros.
Es así que el senador Leonardo Loza, uno de los máximos representantes de los productores de hoja de coca del Chapare, afirmó que su sector hace mucho tiempo paga impuestos al Estado. Sin embargo, nunca pudo especificar la naturaleza del tributo ni su alícuota.
Por otra parte, el dirigente cocalero del Chapare, David Veizaga, informó que los productores tributan cuatro bolivianos por cada paquete de coca, que es de 100 libras, cuyo costo aproximado asciende a entre 1.600 y 3.000 bolivianos por taque (50 libras), dependiendo del origen y calidad de la hoja.
Cabe recalcar que en pasados años ha habido varios intentos de normar y establecer impuestos al comercio legal de la hoja de coca, sin embargo, ninguno ha rendido frutos. Siendo que por el volumen de ventas y la naturaleza de su negocio, los productores de hoja de coca deberían ser incluidos en el Régimen General del SIN, más allá de crear un régimen especial para ellos.
Otro sector que no factura, ni hace aportes al SIN, es el de los cooperativistas mineros, que en base a la Ley de Minería y Metalurgia, las cooperativas mineras solo están obligadas a pagar la regalía minera al departamento en el cual realizan sus actividades. Dicha regalía varía en función al mineral extraído y al yacimiento del cual proviene, fluctuando entre el 1% y el 7% de la producción. Asimismo, estas pagan una cuota de arrendamiento de las áreas en las que trabajan a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) del 1% de su producción.
Por lo cual, mientras que las cooperativas solo pagan la regalía, las mineras privadas y estatales deben realizar el pago de dos impuestos más: El impuesto a las utilidades de las empresas (IUE) y la alícuota adicional al impuesto a las utilidades de las empresas, algo desventajoso si lo miramos desde esa manera.
Y como último, pero no menos importante, está el caso de los transportistas urbanos e interprovinciales y los comerciantes. Estos dos sectores sí tributan al SIN, pero lo hacen desde dos regímenes especiales: El Sistema de Tributación Integrado (STI) y el Régimen Simplificado, a través de los cuales no emiten factura, sino que, pagan montos fijos dependiendo de los ingresos presuntos que generan y el capital de sus negocios.
En el caso del sector de transporte, el STI determina pagos trimestrales de entre 100 y 400 bolivianos, dependiendo del nivel de ingresos presuntos que se generan por la actividad de transporte de carga o pasajeros. Dicho régimen está abierto para los transportistas que cuenten con un máximo de dos movilidades. Sin embargo, existen numerosas denuncias de que en muchos casos esta condición no se cumple y que pequeños empresarios del transporte se aprovechan de este régimen para no facturar.
En el caso del Régimen Simplificado, este fue creado para formalizar y gravar a las pequeñas actividades económicas, como los artesanos y pequeños comerciantes gremiales, con negocios cuyos capitales superen los 12.000 bolivianos, pero que no excedan los 60.000 bolivianos. Ellos pagan bimestralmente entre 47 bolivianos y 300 bolivianos.
A pesar de que este régimen se creó para beneficiar a pequeñas actividades económicas, es utilizado también por grandes comerciantes de electrodomésticos y artículos tecnológicos, como celulares y computadoras, sin emitir facturas, solo basta darse una vuelta por las grandes zonas de comercio informal en la ciudad.
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