Austeridad o incremento del gasto público, algunas promesas de Arce
- LaLlamaFinanciera
- 11 ene 2021
- 2 Min. de lectura

Por: Marcelo Arteaga
El pasado 8 de noviembre el presidente Arce asumía el rol de presidente del estado plurinacional de Bolivia y con esto venían acompañadas varias promesas para la administración estatal que comenzaría con el reto de enfrentar la crisis económica y de salud, para lo cual se hizo la promesa de mayor austeridad en la administración publica y el recorte de gastos corrientes ineficientes. A pesar de ello podemos observar que para este 2021 el gasto en administración pública creció un 12%, contradictorio a las promesas de primera línea del presidente Arce.
Para el 2020 el PGE asigno un monto de 42.713 millones, para esta gestión esta cifra ascendió a 47.841 millones, lo que pone en duda el concepto asumido por el mandatario de “administración eficiente de los recursos”, cabe destacar que entre el 2006 y el 2021 los fondos para el aparato estatal se quintuplicaron, manteniendo la línea del uso del gasto público como herramienta de crecimiento económico. Para este año los ingresos del sector público que se vieron afectados hasta en un 40%, también debido al descenso del valor del gas natural que según el INE redujeron hasta un 28% del valor
Los gastos corrientes se refieren a los gatos en los que incurre el estado en la administración y operación de la entidad pública, como ser los sueldos y salarios, que a propósito estos últimos fueron criticados por los recientes escenarios que realizaron los miembros del partido del MAS, reclamando puestos laborales solo por ser del partido.
Para diciembre el presidente Arce había determinado un recorte del 30% de los recursos de cada institución pública, con el objetivo de reducir el déficit fiscal de 12,3% a 9,74%, usando una vez mas el concepto de “austeridad” en la administración del estado. Algunos economistas ya habían calificado de imposible este recorte debido a la crisis sanitaria del país que exige un crecimiento en el presupuesto de las gobernaciones y alcaldías del país para el pago de personal médico e insumos para enfrentar la pandemia.
El desequilibrio económico se viene arrastrando desde hace varias gestiones, donde los mandatarios no tuvieron mejores ideas que acceder a deudas para cubrir los gastos, aun así, hablar de recortes presupuestarios resulta complejo, más aún cuando el recorte involucra la reducción de personal, incremneta el desempleo y gatilla los conflictos sociales por la falta de empleo, en un país donde para obtener un cargo público no importa la meritocracia sino el partidismo.
Una de las políticas mejor propuestas por algunos analistas son el cambio de recaudación impositiva que ya se viene analizando desde hace varias gestiones atrás y apostar por el crecimiento del aparato privado, sin embargo en todas las regiones del mundo los países en su mayoría han adoptado políticas Keynesianas incrementado en gasto publico para frenar el efecto negativo del Covis-19 lo que ha llevado a la deuda publica mundial a su alcance máximo en la historia, llegando casi al 100% del PIB mundial
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