Por: Angeles Claure
La inversión extranjera fue considerada una herramienta clave para el crecimiento económico en China, país que vivió el denominado “milagro económico”, donde se sacó de la pobreza a millones de personas en un tiempo relativamente corto, siendo esto el inicio de un crecimiento exponencial para la entrada de capitales y por ende el mercado de los mismos se extendió dandole al país un fuerte poder de negociación en la economía global y un desarrollo interno sin precedentes.
Sin embargo, el país también vivió eventos que dado su poder global, impactaron de manera negativa y significativa tras sufrir desaceleraciones y paros en su crecimiento por la crisis sanitaria y ahora, la invasión de Rusia a Ucrania también juega un papel importante en la nueva tendencia negativa de la entrada de capitales a China, las cuales se han estado desplomando desde el comienzo de este año.
Hoy en día, la potencia asiática percibe una fuga de acciones, la cual inició en enero de acuerdo al instituto de Finanzas Internacionales. Este fenómeno económico, se dio debido a distintos factores que contribuyen a tal tendencia negativa, los cuales van desde política sanitarias internas hasta crisis financieras e internacionales.
El primer factor identificado es la política sanitaria interna “covid cero”, la cual es muy parecida a las restricciones de muchos países en inicios de la crisis, sin embargo, el hecho de que China continúe con las mismas restricciones esta quitando eficiencia a la economía local, ya que los intercambios entre agentes económicos representan un costo muy elevado para los mismos. Sin embargo, para los gobernantes chinos, levantar las restricciones podría tener un costo económico mucho más alto que en el que están incurriendo actualmente, ya que una crisis sanitaria más no podría ser llevadera para la economía y quizás tendería a profundizar las consecuencias. Este hecho, hace que China deje de ser atractiva para los inversionistas extranjeros y la incertidumbre evita que se tengan planes para invertir en un futuro.
Por otro lado, también se pronostica una crisis inmobiliaria, ya que tomando en cuenta que el sector de construcción tiene gran peso en la economía, que este tenga una crisis debido a los fuertes endeudamientos, significa también un motivo para nos arriesgarse a invertir. Las políticas tomadas por parte de gobierno chino, para combatir la posible explosión de una burbuja inmobiliaria son reducciones en las tasas de interés de las hipotecas.
Sin dejar de lado las tensiones externas, es importante mencionar la actual guerra entre Rusia y Ucrania, ya que el aislamiento económico del occidente y la inclinación del gobierno chino hacia la población rusa representa también cierta incertidumbre respecto a los lazos entre ambas potencias.
En conclusión, China necesita atar los cabos sueltos que se llevan su prosperidad por muchos lados, desde crisis inmobiliarias internas, que pueden hacer cuestionarse a la población sobre su poder adquisitivo, hasta restricciones que no permiten a las personas aportar para recibir ese poder adquisitivo que necesitan para subsistir.
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