Por: Cecilia Vega
Hace más de cinco décadas, nuestro país vecino Argentina, tiene interesantes características financieras. Una de las más sobresalientes, es la cantidad de deuda externa que tiene.
Este martes 22 de marzo gracias a la reunión realizada en París con el ministro argentino de economía, Martín Guzmán, y el presidente del Club de París, Emmanuel Moulin, se pudo aliviar este gran peso hasta ahora.
El Club de París es una organización que abarca la discusión de temas referentes a la deuda entre los acreedores oficiales y los países deudores. En el cúal Argentina pudo obtener una extensión de entendimiento en las deudas y uno de los mayores beneficios: Garantías financieras.
En cuanto al «Puente de tiempo» conseguido hasta el 31 de marzo del 2022, Argentina tiene la oportunidad de quitar peso a sus deudas, pues en ese corto tiempo sólo se toma como una esperanza para renegociar las deudas, y no pagarlas. Hasta que llegue la fecha de renegociación, Argentina deberá pagar la cantidad de 430 millones de dólares sobre una deuda total de unos 2.400 millones de dólares con el foro, además de pagos ya efectuados en el mes de febrero y junio del anterior año.
Para poder entender este negocio con vueltas e idas para un pago final, remontemonos hasta el año 2014 en donde Alemania, Japón, Holanda, España e Italia, fueron acreedores formales de Argentina mediante tratados por el Club de París. Desde ahí nace las negociaciones hasta el día de Hoy. Sin embargo, este martes el acuerdo alcanzado incluye además garantías financieras por parte del Club de París en respaldo al nuevo programa con el Fondo, "permitiéndole a Argentina asegurar las fuentes financieras identificadas en el acuerdo con el FMI”. Como un objetivo específico de este acuerdo es fortalecer la estabilidad macroeconómica de Argentina y fomentar un crecimiento económico inclusivo y sostenible a mediano y largo plazo, entre las causas del problema mayor en el país es atacar la alta inflación de Argentina , la cuál llegó a 50,9 % en 2021, a través de una estrategia múltiple que implica una reducción de la financiación monetaria del déficit fiscal y un nuevo marco de política monetaria, con tipos de interés reales positivos para apoyar la financiación al Tesoro a través del mercado doméstico.
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