Por: Fatima Rocha
Los precios de los alimentos a nivel mundial están más altos que nunca, alcanzando niveles históricos no vistos desde 1990; sin embargo Latinoamérica también batalla con los altos precios de los fertilizantes. En este artÃculo te hablaremos de las causas de este problema y de una alternativa muy particular: «El estiércol».
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reportó este marzo (159 puntos), un Ãndice mensual de precios superior en 33,6% con respecto a marzo del 2021, siendo este el séptimo incremento consecutivo, demostrando que nos encontramos en una espiral inflacionaria que solo parece agravarse.
La mayorÃa indica que el motivo principal es que tanto Rusia como Ucrania son el granero de Europa. Sólo para darnos una idea abastecen el 30% del consumo mundial del trigo, y las exportaciones se han visto truncadas por factores como la gasolina (racionada en Ucrania) o puertos cerrados con alimentos almacenados del año pasado que no pudieron venderse. Otro factor que se menciona también es la alta demanda que existe a raÃz de un ahorro acumulado por la pandemia.
Al mismo tiempo en América Latina existe un problema más serio: La subida de precios en Rusia. Debido a que es el principal paÃs exportador de nitrógeno y segundo de potasio, este pone en duda la producción del siguiente año, ya que todos los paÃses dependen de la importación de fertilizantes.
Una recomendación principal para combatir esta escasez, es realizar mapas de suelo para utilizar el poco fertilizante de la forma más eficiente; principalmente en Estados Unidos, ya que el alza del estiércol parece indicar que la población ha encontrado un sustituto; sin embargo la cantidad no es suficiente para cubrir la demanda de fertilizantes que en 2021 llegó a 20 millones de toneladas métricas (Statista, 2022), adicionalmente que el costo del transporte es elevado y esto ocasiona que los precios de los productos también se incrementen.
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