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Contrabando: ¿Respuesta a los desincentivos de la formalidad o perjuicio a la economía?

  • Foto del escritor: LaLlamaFinanciera
    LaLlamaFinanciera
  • 6 abr 2021
  • 4 Min. de lectura

Por: Pablo Garcia Quint


¿Qué solemos asociar cuando escuchamos contrabando? Algo malo, algo dañino para la economía, algo que tiene que ser corregido de una vez por todas, ¿verdad?


En el artículo del periódico El Deber, titulado “Ven frágil combate al contrabando y alertan desempleo en sector formal,” Fernando Rojas explica como el contrabando está perjudicando a la economía al punto de dañar sectores como el “textil…, cuero y marroquinería, madera, joyería y alimentos.” En la nota se argumenta que el contrabando es una competencia desleal al evadir impuestos, resultando en precios más bajos y así desfavoreciendo la venta de productos nacionales terminados e incluso repercutiendo al mercado laboral. El contrabando es una “amenaza” a las fuentes de trabajo acierta el CEO de Unilever, Fernando Carioca. El gerente administrativo de la Fábrica de Mermeladas y Caramelos Watt’s Casal SRL, Juan Antonio Casal, también acierta que “el contrabando ocasiona competencia desleal con la producción nacional y genera más mercados informales que desfavorecen a las actividades legalmente establecidas.” Con esta preocupación, Casal sugiere la intervención del gobierno para “proteger la industria nacional aumentando los controles en los pasos fronterizos e incrementando los aranceles de importación de productos terminados temporalmente.” En un ánimo esperanzador, la nota concluye al mencionar que la Aduana Nacional “alcanzó un valor de comiso de mercancía [de contrabando] de Bs 54,4 millones que representa el 20,5% avance respecto a la meta proyectada (Bs 289 millones).”


Sin embargo, mas allá del indudable daño al sector formal, antes de tomar conclusiones apresuradas es cauto también preguntarnos cuál es la causal del contrabando para así entenderlo y dar una solución mas acertada. Un estudio hecho el 2015 por la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) menciona lo siguiente:


Pese a que uno de los efectos más importantes de la informalidad es la menor recaudación de impuestos para el país, las principales razones por las que se percibe que las empresas informales se mantienen como tal, son los impuestos elevados, además de los altos costos y procesos para ingresar al sector formal, [insuficiente supervisión por parte del estado, incremento permanente de salarios, falta de orientación a empresas informales, y sobrerregulación tributaria].


Si el mayor impacto que la informalidad se refleja a través de la menor recaudación de impuestos, pero al mismo tiempo una razón por la que la informalidad se mantiene tan constante es la alta tributación, una contradicción emerge. Se busca incorporar al sector informal con la razón por la que muchos deciden no entrar en primer lugar a la economía formal. Con esta contradicción podemos plantearnos algunas preguntas más interesantes, ¿qué es más importante, la gran recaudación que el gobierno pueda llegar a tener o el impacto que puede causar en la economía la creación de nuevos negocios? ¿Quién llega a ser el motor de la economía al final del día, el Estado o el sector privado?


Para atisbar a estas preguntas nos apoyamos una vez más en el índice de libertad económica, en el cual se pone a Bolivia con una calificación de 58 sobre 100 en cuanto a libertad para iniciar negocios entrando a ser un país “en su mayoría sin libertad,” y también Bolivia se encuentra como un país con una carga tributaria altísima (85.3%). De igual manera, el índice del Banco Mundial, Doing Bussiness, clasifica a Bolivia como el país 150 de 190 en cuanto a la relación de iniciar un negocio y tener un desempeño regulatorio eficiente. Estos parámetros son útiles para ver que la asfixia al empresario repercute en la economía, haciendo que los comerciantes y empresarios desvíen su producción hacia un sector que le dé más facilidad para desarrollar sus actividades que el sistema formal. Países del continente que están mas desarrollados como Chile o Perú, presentan una mayour libertad económica y mayor facilidad de incurrir en negocios.


Otro aspecto no incorporado se refleja cuando no hay nada que asegure que mayor regulación del sistema informal implicará una mayor demanda por productos nacionales. Si bien la intención es esta, las preferencias que las personas tienen son tan dispersas y subjetivas que la única forma que compren productos nacionales es imponiendoles esto, como el Art. 4 del decreto supremo 3747 lo hace desde el 2018 con el segundo aguinaldo. “[Todos los trabajadores] deberán destinar el quince por ciento (15%) del monto total del Segundo Aguinaldo ‘Esfuerzo por Bolivia’ a la compra de productos hechos en Bolivia, con el objeto de incentivar el consumo de los mismo.” ¿Por qué se pondría un decreto que obligue a las personas a comprar productos nacionales? ¿Se promulgó este decreto porque las personas no hubieran incurrido en la compra de bienes nacionales con su segundo aguinaldo? La misma lógica se aplica a regulaciones en el sector informal para incentivar la industria nacional. Un cambio en la oferta de bienes importados no significa que las personas dejarán de demandar estos bienes y empezarán a consumir bienes nacionales.


La solución ya no sería poner mas regulaciones para recaudar mas impuestos y captar todo lo que la economía informal produce, sino quitar regulaciones para que tanto la economía formal e informal se beneficien, una incorporándose al sector formal finalmente y la otra teniendo mas facilidad para expandir su producción y volverse mas competitiva. De esta manera, la gente percibe los bienes nacionales por su calidad y por la competencia que existe, en vez de verse obligados a comprarlos sin que la demanda crezca cuando la imposición termine.


Imaginemos por un momento que la aduana nacional, conjuntamente con el gobierno, logra incautar absolutamente todos los productos de contrabando y llegan a recaudar tributariamente la totalidad de dinero que se produce en el sector de informalidad. Recordemos que la informalidad representa más de un 60% de la economía al 2018 según un estudio del Fondo Monetario Internacional, y el monto recaudado incrementaría el crecimiento del PIB entre un 1 a un 1,5% anualmente según el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia como lo señalamos antes. ¿Será que sin un cambio institucional que permita a comerciantes y empresarios tener mayor facilidad de desarrollar sus negocios, la informalidad y el contrabando se detiene? En nuestra opinión los argumentos en contra del contrabando fallan en ver que algo más profundo genera la informalidad. La respuesta al problema parece que se encuentra en las mismas instituciones que sugieren más regulaciones.


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1 Comment


c.r.homes
Apr 07, 2021

El llamado "contrabando" no es más que una queja y lamento de un gobierno que no deja de entrometerce en el libre comercio de su poblacion, un gobierno más preocupado por la diminuta entrada a fondos fiscales de productos pequeños de uso personal.

"Contrabando" no existe en transacciones transnacionales de productos de mayor envergadura como los recursos naturales, maquinarias, herramientas pesadas. Son en este tipo de transacciones mayores donde todo gobierno incrementa su tesor nacional, no en quitarle el pan de la boca a los comerciantes chicos, y quejarse de no recaudarles impuestos por ese pan comprado en el mercado negro.

Al fin y al cabo, todo se desenvuelve en torno a la oferta y demanda. Si ese pan comprado…

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