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Corrupción: símbolo de un pueblo ciego

  • Foto del escritor: LaLlamaFinanciera
    LaLlamaFinanciera
  • 21 feb 2021
  • 2 Min. de lectura

Por: Miguel Morales Gutierrez


La corrupción puede ser catalogada como un fenómeno de la sociedad nocivo, diverso y global donde los participantes o agentes no pertenecen únicamente al sector público, sino también, también al privado. Por lo tanto, no se refiere solo al simple saqueo del patrimonio del Estado, sumado a este ofrecimiento y recepción de sobornos, malversaciones y la negligente asignación de fondos y gastos públicos, y otros.

Entonces, el acto corrupto como tal, no solo conlleva a recibir un monto económico o un favor. Hay que sumar el hacer la vista gorda cuando algo va mal, realizar campañas para un beneficio personal u otros. Esto podría ser un resumen de algunas partes de nuestra historia de boliviana.


Para marcar este evento en una cantidad visible, el organismo Transparencia Internacional (TI), usa como herramienta al Índice de Percepción de Corrupción (CPI). En la evaluación del año 2020, Bolivia recibió un puntaje de 31 puntos; cifra que mantenemos constante desde inicios del año 2000, poniéndonos como país, en la posición 129 de 179 países. —Mientras más alto es este ranking, nos encontramos en peor situación—.


¿Y por qué esto nos interesa? Pues, la respuesta es un poco compleja; ya que va más allá de un nivel moral y ético que una sociedad espera de sus líderes o su entorno. Puesto que un país con un grado tan alto, por lo general, añade una variable más para poder tener un crecimiento económico sostenible. En un ejemplo simple, si en un barrio se paga impuestos para la mejora de calles, permitiendo que suba el precio de sus bienes raíces o bienestar personal. Dada la alta corrupción, existe mayor probabilidad que ese dinero se lo quede algún servidor público para mejorar su piscina. Y que ese barrio, empeore a través de los años, y bueno en caso extremo que tengas que vender ese domicilio a un precio más bajo de lo que fue adquirido. Y en este sentido, podríamos dar mayores ejemplos.


Pero, principalmente, esto afecta a nuestro modelo económico mundial. Puesto que la confianza que los inversores depositan será con mayor sensibilidad a no ser realizada. Los grandes negocios, tienen que pensar más de cinco veces para abrir algún nuevo emprendimiento. Y el peor de todos, es una puerta abierta a que todo pase en tu región. Desde un nivel de contrabando, hasta llegar a la trata de personas. Puesto que en esta zona todo es permitido.


Y sobre todo, fragiliza la gobernabilidad, teniendo un sistema de justicia que más va por el fanatismo hacia un poder adquisitivo. Es decir, la justicia para el que tiene más grande la billetera. Añadiendo que todo puede ser perdonado, solo porque tienes de comprar dichos instrumentos y que ellos sean comprados. Como por ejemplo, que un ladrón sea perdonado por robarte tu coche, y que de paso, tú seas ahora el culpable por haber dejado tu vehículo parqueado sin alarma y tengas que pagarle al ladrón, que ahora llegó a ser la víctima. Aunque suene algo jocoso, pero ¿no les resulta familiar esto en nuestro actual vivir? Por lo tanto, les recomiendo no dejar sus coches sin alarma, cuidado sean los futuros culpables de que les roben.


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