Edycel Salazar
El pasado 6 de junio conmemorando el Día del Maestro Boliviano, el Ministerio de Educación dio a conocer el Decreto Supremo 4260 y las nuevas disposiciones que está tomando el gobierno para afrontar los nuevos retos educativos a raíz de la pandemia. ¿Qué pasará con el año escolar y la educación en las universidades? ¿Bolivia está lista para la educación virtual? ¿Cuántas temporadas del “2020” podremos aguantar?
¿No les pasa que después de un interminable día de zoom, se quedan pensando si algún día volveremos a la U? Que extrañan a sus amigos, a sus compañeros de carrera, las clases presenciales y obviamente a nuestros docentes y empiezan a preguntarse si: ¿las clases virtuales se quedarán permanentemente en nuestras vidas y si nuestro futuro es el teletrabajo?
En las universidades privadas no fuimos perjudicados gracias a las clases virtuales. Sin embargo, en las universidades públicas se sabe que no todos sus estudiantes están pasando clases por la falta de condiciones adecuadas dejando así congelado temporalmente sus estudios.
¿Y qué hay de las escuelas? En estos casi tres meses de iniciada la cuarentena los chicos que aún están en el cole, se ven con las clases presenciales suspendidas. El Ministerio de Educación anunció que se reglamentarán tres modalidades de retorno a clase: semipresencial, virtual y a distancia, serán aplicadas en los sistemas de educación regular, universidades, educación alternativa y especial. Pero, ¿cómo será posible todo ésto?
Los pondré en contexto:
En Latinoamérica, el Covid-19 ha cortado las clases temporalmente a 154 millones de niños y jóvenes. Ésto representa dos grandes problemas, la pérdida de aprendizaje y el riesgo de aumento en la deserción escolar. Los nuevos memes serán “si no saliste del colegio a los 23 años, no tuviste infancia”. En los países desarrollados, se multiplican las opciones de aprendizaje virtual en las distintas plataformas gracias a la tecnología, pero, debido a la brecha digital los más desfavorecidos son aquellas personas que no tienen acceso a internet o una laptop en casa. En Bolivia se ven afectados unos 3.8 millones de estudiantes de primaria, secundaria y educación superior. ¡Y pensar que representan el 34% de toda la población boliviana!
¿Y qué sucede con nuestros maestros? Ellos han tenido que reinventarse y pasar de la noche a la mañana de un educación básicamente presencial a una exclusivamente online. Es más, hace dos semanas alrededor de 120.000 maestras y maestros fueron alumnos nuevamente al tomar cursos de capacitación en el uso de herramientas virtuales, ofrecidas por la UCB y Google, mediante el portal del ministerio de educación. Vamos a tener que ser más empáticos con ellos, ¿no?
Otra buena noticia, es que la empresa de telecomunicaciones Entel, está reforzando los planes para asegurar cobertura del servicio de internet en todo el territorio nacional.
Por el momento la vuelta a clases presenciales se unen a tus sueños de un futuro con ella. Esperemos que las autoridades hallen soluciones: conseguir que las empresas telefónicas brinden precios preferenciales a todos los estudiantes para el uso de internet, que se sigan implementando y promoviendo programas de capacitación de herramientas virtuales, etc.
Seamos honestos, ya nos hemos cansado de Tik Tok, Youtube, Netflix y sobre todo de Zoom. Si queremos volver a clases presenciales y volver a la normalidad cada quién tendrá que poner su granito de arena. Así que, caminen hacia el futuro quedándose en casa y cuidándose. Tiempos mejores vendrán y Bolivia se adaptará a los cambios que tenga que enfrentar.