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Detrás del gran flujo migratorio haitiano.

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    LaLlamaFinanciera
  • 1 sept 2020
  • 2 Min. de lectura


Por: Diana Lucelia Ponce de León Murillo


El flujo migratorio hatiano es un gran cuestionamiento para muchas personas. Pero… ¿alguna vez te has preguntado a qué se debe esta gran cantidad de movimiento de haitianos alrededor de todo el continente americano?


Incluso antes de la llegada del nuevo coronavirus, se proyectaba que la economía haitiana se contraería en un 1% del PIB per cápita en 2019. La directiva del gobierno de cerrar negocios, traerá dificultades económicas adicionales. Las remesas, de las que depende la economía haitiana, representan un 30% del PNB y un 13% del PIB; con un total de 2 mil millones USD. Ambas verán proyectada una reducción del 10% en 2020.


La dependencia de las remesas y de la economía informal, hace que responder a la crisis no tenga un buen escenario para los haitianos. Alrededor del 60% de la población vive con un promedio de menos de 2 dólares por día. ¿Te imaginas cómo la pasan cuando hay restricciones de movimiento? Con la orden gubernamental del cierre de empresas, el impacto económico, tanto sobre el sector informal como formal, será significativo.


¿Y dónde queda el plan de salud? Pues tampoco va por buen camino. Se ha estimado un presupuesto equivalente al 0,1% del PIB, uno de los más bajos de Latinoamérica según CEPAL. Y con lo que contaban antes, tampoco se podría sobrellevar la crisis sanitaria; según el estudio del 2019 realizado por el consorcio de investigación y educación para la atención aguda en Haití (REACH). Haití solo tiene un estimado de 124 camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y 64 ventiladores para una población conformada por 11 millones de habitantes.


Las condiciones socioeconómicas y políticas son inseguras y precarias, lo que convierte la crisis de salud pública del COVID-19 en una receta para otro desastre. En 2013, el acceso a servicios de salud de calidad para la población urbana fue del 57%, y de un 8% en las áreas rurales. Ese mismo año, solo el 60% de los haitianos tuvo acceso a fuentes de agua potable, y la otra mitad tuvo acceso a instalaciones de saneamiento.


En 2019, aproximadamente 2,6 millones de haitianos padecían de subalimentación. El retraso del crecimiento afectó al 4% de los niños menores de cinco años, y el 10% de los niños menores de cinco años tenían bajo peso. Una amenaza adicional para la salud y un aumento del sufrimiento para las familias, fue el aumento previsto del costo de los alimentos básicos.


En conclusión, el flujo migratorio hacia el exterior, se debe principalmente a un escape de la cruda realidad que atraviesan los habitantes haitianos: Condiciones vulnerables tanto en el sector de salud como en el sector económico.


 
 
 

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