Devolución de aportes en tiempos de crisis
- LaLlamaFinanciera
- 25 ene 2021
- 3 Min. de lectura

Por: Yerko H. Arandia
En el transcurso de las últimas semanas, la devolución del 10% de los aportes para la jubilación de los trabajadores gestionados por las Administradoras de Fondos de Pensiones, AFP Futuro y AFP Previsión, tuvieron especial protagonismo en la prensa nacional debido a que la medida, propuesta por el actual presidente Arce Catacora en el año 2020, fue presentada como proyecto de ley. Esta medida precisa que, los trabajadores que tengan aportes mayores a Bs. 10.000 y menores a Bs. 100.000 podrán solicitar la devolución parcial del hasta el 15% de sus ahorros en un solo pago mientras que aquellos con ahorros menores a 10.000 podrán solicitar la devolución del 100%.
La medida, que en principio prometía la devolución de aportes para la jubilación de los trabajadores, tuvo gran aceptación en organizaciones sociales, pues implicaba percibir recursos en tiempos en los cuales los ingresos de las familias bolivianas se ven fuertemente golpeados como consecuencia de las cuarentenas rígidas, dinámicas y otras medidas de los gobiernos del nivel central, departamental y municipal para luchar contra la pandemia del Covid-19.
No obstante, estas medidas que se consideran “populares” entre grupos de la población deberían ser analizadas cuidadosamente, “con pinzas”, como se diría coloquialmente, haciéndose las preguntas correctas. En mi opinión, estas son algunas de ellas:
1) ¿Cuáles son las principales inversiones de las AFPs?
2) ¿Qué inversiones se liquidarán para monetizar los activos?
3) ¿Quiénes se verán afectados?
De estas tres preguntas que, a mi criterio, son fundamentales, la única que tiene una respuesta cerrada es la primera:
- Las inversiones de ambas AFPs, tanto Futuro como Previsión, están invertidas en bonos de instituciones financieras y depósitos a plazo fijo, con 60.71% de su total de activos y un 57.60% respectivamente.
Sin embargo, para intentar responder las otras dos preguntas es esencial analizar dos decisiones que se tomaron con anterioridad, afectando al principal acreedor de las AFPs, el sistema financiero nacional, compuesto principalmente por la banca.
1) Diferimiento de créditos entre marzo-diciembre 2020
2) Postergación adicional de 6 meses para pagos a la banca
El diferimiento inicial con su posterior extensión son intervenciones en el sistema financiero nacional que ponen en aprietos a las entidades financieras del país, incrementando cada vez más, la posibilidad de que esta crisis sanitaria que desembocó en una crisis económica a nivel mundial se agudice aún más con una posible crisis financiera.
Para entender por qué se habla de crisis, es fundamental hablar de cifras. El sistema financiero nacional dejó de percibir 3.800 millones de dólares por concepto de capital e intereses como consecuencia del primer diferimiento, asimismo, la nueva postergación con prórrogas y nuevos periodos de gracia implican que el sector dejará de percibir fondos por cuantías de una magnitud similar.
Los resultados de estas medidas son que, en la actualidad, los activos líquidos a corto plazo del sistema financiero representan menos del 50% de los pasivos a corto plazo. En definitiva, la liquidez del sistema financiero nacional es preocupante y sugiere que, salvo se de una inyección de capital de parte del Estado, lo que en mi opinión es improbable (por no decir imposible), en el corto plazo se verán obligados a aumentar las barreras de acceso al crédito, incrementar tasas de interés y en algunos casos, proceder con reestructuraciones, causando una pérdida de confianza en un sector que tiene este valor como columna vertebral.
Ahora bien, tomando en cuenta que el nuestro sistema se financia en un porcentaje significativo por las AFPs y que se tiene previsto que estas liquiden sus activos (al no tener más del 1.5% de su portafolio en disponibilidades) para proceder con el reintegro de aportes, disminuyendo sus posibilidades de invertir en instrumentos que dan liquidez a las entidades de intermediación financiera, tenemos un gran perdedor, el ciudadano de a pié. ¿Por qué?, Porque muchos parecen olvidar que los fondos de la banca son de los ahorristas en más del 90% y al ponerlos en riesgo, ponemos en riesgo nuestros ahorros.
Yerko Arandia es Ingeniero Financiero por la Universidad Privada Boliviana
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