¿Doble Aguinaldo?
- LaLlamaFinanciera
- 25 jul 2021
- 3 Min. de lectura

Por: Miguel Morales Gutierrez
Acorde al Decreto Supremo 1802, promulgado el 20 de noviembre de 2013, en su artículo 1 declara que cuando el Producto Interno Bruto (PIB) supere el cuatro punto cinco por ciento (4,5%) de crecimiento, se procederá al pago del segundo aguinaldo en retribución al esfuerzo de los bolivianos en su economía. Y se deberá pagar en todas las actividades del territorio, sean estas de origen público y privado, abarcando todos los sectores.
Como el Banco Mundial ratificó el 8 de junio de este año, prevé que la economía boliviana tendrá una recuperación del PIB y que la misma alcance el 4,7% para finales del 2021, cifra que supera al 4% del 2019, y con esto es muy probable que se tenga que proceder a la doble felicidad que llega junto a la navidad. Un aplauso para nosotros, solo un único y solitario aplauso, porque tenemos que recalcar que esto no es un crecimiento, puesto que no hay nuevos mercados, no existe un nuevo mercado de consumidores. En pocas pulgas, no hay una mejora, si no, se trata de recuperar lo perdido.
La mejora reflejada será un punto de partida, que por razones de efecto de recuperación será obviamente menor que la registrada el 2020, pero con una economía que recién empieza a salir a flote, una medida como la del doble aguinaldo sería un peso negativo para el sector privado; porque aumentar más costos a aquellos que perdieron mucho sería tener más una derrota que una victoria; argumento por el cual no trae contentos a los empresarios privados y se va a entender del porqué de su molestia, y señores no es por “tacaños”, si no, por el miedo de cerrar sus negocios, puesto que por el momento aún les cuesta retomar fuerzas y ven con dificultad un panorama de auge cercano, menos con este tipo de “incentivos” en periodo de recesión.
Las razones van más allá de un presupuesto apretado o por motivos “anti” políticos, porque cuando el año 2020 terminó, el sector privado marcó pérdidas económicas con un decrecimiento del -11%, y pronostican que para finales del 2021 esta situación no mejore tan favorablemente pudiendo tener otro año en números negativos. Ya que muchas empresas tuvieron que realizar recortes de personal, recortes de salarios, ajustes financieros y otras soluciones que fueron productos del efecto pandemia, según la Federación de Empresarios Privados de La Paz.
Por lo tanto, la situación no es la más adecuada para iniciar este diálogo, ya que el viceministro del Tesoro y Crédito Público, Sergio Cusicanqui, afirmó que este dato va un poco alejado de la realidad, puesto que ellos prevén que el PIB tenga un crecimiento y el mismo alcance el 4,3%, lo cual se descarta el Doble Aguinaldo al no ser este superior a 4,5%. Es una realidad que las empresas nacionales y la administración pública pueden sostener este pago a sus funcionarios como medio de motivar a las familias, además de seguir con la política del partido político en gobierno, pero las que son de inversión privada viven otra realidad.
Puesto que las empresas privadas con todo lo que pasaron, tienen que andar con la billetera ajustada, porque solo en 2020, ya tuvimos que ver el cierre de al menos 750 compañías, dentro de las cuales 350 operaban en Cochabamba. Ya que al haber tenido un shock económico, las empresas privadas reportaron pérdidas que superan los USD 2000 millones, mismas que tomarán el doble de tiempo para recuperarse de manera económicamente saludable. Puesto que la economía actual debe volver a retomar su ritmo y a su vez esperar a que el mercado tanto nacional e internacional se recuperen, y esto no es cuestión de un dos por tres. Por ende, tener este tipo de decretos en estos tiempos críticos, más bien promueven efectos negativos como por ejemplo la situación en donde muchas empresas deciden cerrar sus puertas, generando desempleos que podrían superar la cifra actual del 4,48% en un futuro. Políticas que actualmente ponen en prioridad una pequeña sonrisa que durará poco tiempo en los ciudadanos y deja de lado el velar y cuidar el motor económico del país, que en estos momentos requiere de políticas sostenibles a largo plazo, cuidando sobre todo lo más importante, que es la fuente laboral. Ahora, con estos datos, realmente no es prudente proponer doble aguinaldo, sino, hablar de inyecciones de dosis para que las empresas empiecen a recuperarse y se de vía para que aquellas que desaparecieron puedan resucitar.
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