top of page

El incentivo que ¿promete?

  • Foto del escritor: LaLlamaFinanciera
    LaLlamaFinanciera
  • 8 jul 2021
  • 2 Min. de lectura

Por: Diego Clavijo Orozco


El Gobierno central promulgó en grande el Decreto Nº 4539, que consta de un incentivo al uso de energía eléctrica, de forma integral y para reemplazar el uso de combustibles dañinos para el medio ambiente.


Este acontecimiento podría ser una buena noticia para el medio ambiente, sin embargo, en un país con poca cultura en el uso de vehículos eléctricos como lo es Bolivia, ¿será que funciona?


Precisamente, este incentivo busca que se importe una mayor cantidad de vehículos eléctricos por encima de otros que funcionan con otros combustibles, solo para ejemplificar: En 2017 (últimos datos), existían 1 800 354 vehículos en Bolivia, de los cuales apenas 47 eran eléctricos (INE), es decir, nada.


Este incentivo busca también que fábricas nacionales se sumen a la iniciativa y produzcan. No solo en el sector automotor, sino también en la producción agropecuaria.


¿De qué consta este famoso incentivo? Primero, busca dar incentivos tributarios cuando las fábricas produzcan vehículos eléctricos e híbridos (Los Tiempos). Dentro de estos incentivos, se encuentra rebajar el IVA mientras los vehículos son ensamblados y fabricados, así como en la importación y comercialización de los mismos, como de sus partes.


Todo esto con la finalidad de generar mayor conciencia para el uso de estos vehículos, y favorecer al sector productivo nacional en marcas nacionales como la cochabambina ‘Quantum’. También se intenta que el sector agropecuario no tenga que recurrir a un combustible tradicional y perjudicial para el medio ambiente.


“En el papel” todo parece perfecto, y lo sería, pero como se dijo al inicio… ¿Es factible? Sabiendo que el país prefiere combustibles hidrocarburíferos, y esto no parece mejorar con el paso de los años. Si bien este incentivo es alentador, lo es para los productores y comercializadores de vehículos eléctricos, mas no tiene un incentivo directo para el consumidor final.


Lo lógico sería pensar que, al tener menos costes en la fabricación e importación de los vehículos en cuestión, el precio final para el consumidor se reducirá, aunque esto podría ser poco.


Para perfilar un poco la propuesta, quizás se deberían buscar más incentivos, como la reducción de impuestos para el consumidor, incentivos de trámites con las alcaldías o tránsito, entre otras propuestas más, así como la creación de puntos de recarga para vehículos eléctricos, como ocurre en otros países, donde los costos incluso son menores al del combustible común.


La campaña de concientización también debería acompañar a este decreto, ya que mucha gente puede llegar a pensar que al ser eléctrico tiene menos beneficios que un vehículo de combustible convencional.


Mientras vemos un decreto que es favorable para la producción nacional y para el medio ambiente (el cual es su verdadera intención), lo cierto es que se podría hacer un poquito más, para generar un impacto en el consumidor final.


Suscríbete a la Llama Financiera para más artículos así.

 
 
 

コメント


Publicar: Blog2_Post

©2020 por La Llama Financiera. Creada con Wix.com

bottom of page