Por: Diana Lucelia Ponce de León Murillo
Días después de haber lanzado una votación en Twitter sobre si esta red social adhería rigurosamente el principio de la libertad de expresión, se anunció la compra de un total de 73.115.038 acciones valoradas en 2,64 mil millones de dólares, acumulando un 9,2% de participación, convirtiéndose en la mayor compra accionaria de la plataforma.
Definitivamente, no está en sus planes influir en las decisiones de la empresa, al menos de manera activa, ya que el documento presentado a la Comisión de Bolsa y Valores de EU durante la transacción es un tipo de formulario utilizado a menudo cuando el inversor no busca adquirir el control de una empresa o influir en quién la controla.
La participación de Musk en Twitter, su red social favorita, está valorada en 2.890 millones de dólares al cierre del mercado el viernes pasado.
Rápidamente, ha mostrado un buen rendimiento, ya que hasta el momento ha ganado más de mil millones de dólares según el precio de cierre de las acciones de Twitter el 14 de marzo, la fecha del evento que desencadenó la divulgación y su nivel comercial de apertura este lunes.
Para Twitter, ha significado una gratificante participación, ya que tan solo al anunciarse su compra, las acciones incrementaron en un 31%.
“Anticipamos que esta compra pasiva será el inicio de conversaciones más extensas con la junta y gerencia de Twitter que finalmente terminen en una compra activa y un rol de propietario posiblemente más agresivo en Twitter”, dijo Dan Ives, analista de WedBush Securities, en un comunicado del lunes según “El Financiero”.
A pesar de esta gran inversión, su participación aún no representa ni una sola fracción de su riqueza total. Antes de esta compra su patrimonio neto estaba vinculado a acciones en Tesla, donde es el director ejecutivo.
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