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Por: Fabián Miranda
La inflación en los países vecinos claramente se disparan, sin embargo las devaluaciones en esas naciones y el tipo de cambio fijo podrían reducir el impacto de un alza de los precios de productos importados en Bolivia.
El mes pasado el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una variación positiva de 0,19%, por otro lado la variación acumulada a noviembre fue de 0,74%. Según el Centro Boliviano de Estudios Económicos (Cebec), los análisis de organismos nacionales e internacionales sobre el impacto de la inflación importada en Bolivia apuntan a que está en torno a 25%, algo que en términos técnicos se conoce como “coeficiente de traspaso”.
En palabras sencillas, si los productos importados aumentan 8% afuera, en el país implica dos puntos porcentuales más de inflación, algo que se manifiesta en por lo menos de tres a seis meses.
Los casos más preocupantes son Brasil con 11% de inflación hasta el mes más reciente, Chile 7% y Perú 6%, sin embargo, la peor parte se la lleva la nación de Argentina, donde la inflación ronda el 50%.
Según diversos analistas, los efectos de inflación de los países vecinos de momento no son significativamente “preocupantes”, puesto que la inflación en el país es relativamente baja (menos de 1% en lo que va de 2021) y el alza de la inflación se manifestaría en más de un trimestre. En cualquier de los casos, es mucho más probable que el efecto de las importaciones de China sea más evidente que el de países vecinos.
Por otra parte, el alza de la inflación ha coincidido con el debilitamiento de las monedas de esos países por la salida de capitales frente al alza de las tasas internacionales así como el deterioro de las condiciones locales. Se podría decir que el alza de precios será mitigada por los movimientos cambiarios si nos basamos netamente en la teoría.
Además, el alza de precios implica costos más altos de importación para el sector informal mediante el contrabando, lo cual podría ser favorable para la producción nacional, cuyos precios se mantienen constantes.
Para concluir podemos mencionar algunas opiniones, como la del analista financiero Jaime Dunn que sostuvo que Bolivia, al tener un tipo de cambio fijo, por el contrabando ingresa productos más baratos impactando en la estabilidad de precios y en que no haya un alza, mencionó que si la tendencia de alza de precios persiste en los países vecinos, sí puede tener un efecto en Bolivia en los siguientes meses. Por otro lado, el economista Fernando Romero opinó que, mientras Argentina o Brasil sigan devaluando sus monedas, no habrá un impacto para Bolivia por la inflación desatada en esos países, sabiendo también que el contrabando que mueve 2.300 millones de dólares al año hace que los precios de alimentos u otros en el mercado interno sean más baratos y no haya presiones sobre la inflación.
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