Fiebre del oro 2.0: El regreso del refugio seguro en inversión del metal precioso

Por: Nicolas Maldonado

El resultado de una apresurada disputa de los inversores intentando encontrar aquel lugar seguro para estacionar su dinero, a medida que crecen las preocupaciones sobre un rebrote del Coronavirus y el impacto que podría tener en la economía global, fue el disparo del precio del oro hasta alcanzar su máximo histórico. ¡Los de “corazón de oro”, por fin seremos más cotizados!

La temperatura que alcanzó el oro llegó a 1944 dólares por onza, superando su récord anterior de 1921 dólares establecido en 2011, ganando alrededor del 27% en lo que va del año. Este es un claro resultado del beneficio de la demanda que el metal precioso obtuvo al ser uno de los pocos “refugios seguros” para los inversores.

La relación negativa entre los rendimientos reales a largo plazo de los Estados Unidos, bono del Tesoro de referencia a 10 años con un actual rendimiento de 0.615%, y los futuros del oro se ha mantenido bastante bien a largo plazo. Esto se debe a que cuando aumentan los rendimientos reales a largo plazo en los Estados Unidos, el oro es menos atractivo en relación con los valores que generan intereses en los Estados Unidos, ya que el oro no tiene la capacidad de generar ingresos. Por otro lado, los movimientos en los precios del metal precioso se produjeron a medida que las tensiones se han intensificado entre Washington y Beijing con los cierres de los consulados de Houston y Chengdu.

Lo más llamativo, es que la carrera del oro puede no haber terminado aún. Son muchos analistas e inversores que esperan que este metal alcance la cifra de los 2000 dólares por onza antes de fin de año. Con las bajas tasas de interés de Estados Unidos, un dólar más débil y la tensión actual entre Estados Unidos y China, el incremento del precio del oro continuaría hasta cumplir el ansiado escenario para los inversores. Pero, la temperatura final de esta fiebre del oro, sigue siendo incierto.

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