«Hasta que el tipo de cambio nos separe»

Por: Miguel Morales Gutierrez

Entender el principio del cambio fijo, es la piedra angular de una economía. El mercado, a pesar de que el valor de las monedas esté establecido, provoca que los precios suban y bajen entre sí. Para establecer un tipo de cambio fijo y evitar que el precio de la divisa fluctúe, el Banco Central, en este caso el BCB, compra y vende su propia moneda en bolivianos (Bs) dentro del mercado de divisas a cambio de la divisa a la que está vinculado, en este caso el dólar americano (USD); ejerciendo una fuerte demanda u oferta de su propia moneda para situar el precio de su divisa en el tipo de cambio fijo establecido. Para poder mantener los tipos de cambio fijos, el Banco Central debe tener almacenadas grandes cantidades de la moneda en sus reservas (Jiménez F., 2010).

Ventajas del Cambio fijo:

• Evita las variaciones a corto plazo de los tipos de cambio.

• Promueve la inversión extranjera en el país.

• La estabilidad del tipo de cambio proporciona certidumbre al comercio internacional, favoreciendo y rebajando los costes asociados al mismo.

• Las crisis cambiarias pueden provocar fuertes reveses en los flujos de capitales e importantes caídas del nivel de producción, como lo es la actualidad.

Desventajas del Cambio fijo:

• Pérdida de la autonomía de la política monetaria interna.

• Imposibilidad de utilizar el tipo de cambio como estabilizador de la economía.

• Mayor riesgo de ataques especulativos contra el tipo de cambio existente.

En pocas, es un hecho que el nuevo Gobierno seguirá aplicando el cambio de tipo fijo. Muchos analistas así lo sugieren, por lo menos durante los primeros 3 años. Sin embargo, existe otra posición, donde se sugiere cambiarlo para promover la competencia en el mercado. A pesar que Bolivia es un país más importador que exportador, esto requiere de un análisis más profundo para ver las medidas de tipo de cambio. Debido a que los números de esta crisis no son muy alentadores, como ser la contracción económica de al menos 11%, cada jugada será el determinante del futuro económico (El Deber, 2020).

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