Impuestos Verdes
- LaLlamaFinanciera
- 28 mar 2021
- 2 Min. de lectura

Por: Fatima Rocha
Los gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2), el vapor de agua y otros gases son uno de los pilares en la catástrofe que vivimos con el cambio climático, si bien el confinamiento de alguna manera ha reducido por ejemplo las emisiones de dióxido de carbono por la parálisis en el sector industrial, con esta luz al final del camino de la etapa de vacunación también se vienen preguntas más profundas que debemos hacernos como generación ¿Volverá todo a la normalidad?
Este cambio de paradigma ha hecho que muchas naciones consideren soluciones más amigables con el planeta para esta vuelta a la “nueva normalidad”, tomando con mayor responsabilidad tratados como el acuerdo de París o la agenda 2030, donde el objetivo de este primero es que para fines de siglo el aumento de la temperatura global no estaría por encima de 1,5 a 2 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.
Actualmente los países que producen mayor volumen de gases de efecto invernadero son China en primer lugar responsable del 28% de las emisiones totales seguido de Estados Unidos e India en la segunda y tercera posición respectivamente, aunque las consecuencias de esta emisión caerán con mayor dureza sobre las economías en vías de desarrollo que basan su economía en agricultura, ganadería, materias primas principalmente.
Si hablamos de China este país por medio de su presidente se comprometió a convertirse en un país neutral en emisiones de carbono para el 2060, este anuncio sorprendió a más de uno en la Asamblea General de la ONU en septiembre de la gestión pasado ¿Lo lograra?
Ante esto una solución puede ser implementar un impuesto a estas emisiones, donde entre 50 y 100 dólares impositivos por tonelada de emisión a nivel mundial podrían mantener el calentamiento por debajo de los 2 grados. En el otro lado de la balanza esto generaría que los países que dependen de manera directa del carbón como Mongolia, China o India tengan que aumentar los precios de energía generando molestia en la población.
Es en este punto donde es necesario el compromiso de los gobiernos ya que fácilmente los recursos de estos impuestos podrían servir como un recurso para la apertura de mayores fuentes de empleo con una línea sostenible.
Una idea práctica de esta solución es Canadá donde bajo el compromiso de París 2015 introdujo en 2019 un impuesto de 16 dólares americanos aproximadamente por tonelada de emisión, el cual irá en incremento con la idea de disminuir sus emisiones en 30% hasta 2030.
De la misma manera 40 naciones tienen un impuesto al carbono o un sistema sobre el carbono, lo cual es un número bastante reducido si tomamos en cuenta que 110 países han establecido una meta de cero emisiones netas para mediados de siglo, con esto se refiere a que estas naciones no agregaran nuevas emisiones a la atmósfera.
Estos compromisos representan más del 65% de las emisiones globales y el 70% de la economía mundial, según fuentes de la ONU. ¿Tu te sientes comprometido? ¿Estarías dispuesto a comprometerte con las futuras generaciones? ¿Este precio te parece razonable para un mundo más sostenible?
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