top of page

Japón- Bolivia: «Inestabilidad en los lazos comerciales»

  • Foto del escritor: LaLlamaFinanciera
    LaLlamaFinanciera
  • 7 sept 2020
  • 2 Min. de lectura


Por: Melany Iriarte Ferrufino


Japón, ¡uno de los principales socios comerciales de Bolivia!

Durante la última década, el valor de las exportaciones bolivianas hacia Japón superaron los 5.000 millones de dólares, y las importaciones, sumaron 4.190 millones de dólares; dejando un superávit comercial de 908 millones de dólares en dicho período debido al crecimiento sostenido de las exportaciones desde el 2015.

En la gestión 2019, se exportaron un total de 60 productos a Japón (destacando las ventas de mineral de zinc y sus concentrados), mientras que las compras, alcanzaron los 1.474 productos (resaltando las importaciones de vehículos). ¡Noticias positivas, cierto! Pero, siempre hay un «pero». En 2020, debido a la pandemia, la situación para las empresas exportadoras del país se encaminó a un déficit fiscal, tanto así que las exportaciones a Japón se redujeron a un 32% (entre otros mercados, que de igual forma se observan cifras negativas).

Entre enero y julio de este año, las exportaciones de Bolivia alcanzaron los 3.713 millones de dólares, es decir, un 26 % menos de lo registrado en el mismo periodo del 2019. Asimismo, las importaciones cayeron un 31% hasta julio, sólo alcanzaron a 875 millones de dólares; cuando en el mismo período de 2019, se había llegado a 1.266 millones de dólares. De los cuatro grandes rubros de exportación, la minería es la más afectada; con un descenso de 257 millones de dólares en su valor. Seguido, se encuentra el de hidrocarburos, que cae 57 millones, «esto por causa de la disminución de los precios y también del volumen de exportación». En tercer lugar, la caída de las manufacturas es de 28 millones de dólares. Y finalmente, están los productos agrícolas, que disminuyeron 18 millones de dólares (Fuente: IBCE).


PROPUESTA

Según el gerente general del IBCE, Gary Rodriguez, las políticas que deben ser tomadas en cuenta son:

Una política de promoción selectiva de exportaciones en aquellos sectores que pueden reaccionar a corto plazo con inversión privada, como el sector agrícola, pecuario, agroindustrial, y agroexportador.

Una segunda política, sería la sustitución competitiva de importaciones para producir bienes, y alimentos que se importan en demasía. De esa forma, se ahorraría el gasto de divisas.


Es lamentable decirlo, pero absolutamente todos los sectores están cayendo, y se observa primordialmente en productos que son de bajo valor agregado, como los minerales e hidrocarburos; mismos que van a caer mucho más en esta gestión, alcanzando un déficit comercial externo aún más adverso para el país. Todo, gracias al indomable COVID.


Suscríbete a la Llama Financiera para más artículos así.

 
 
 

Kommentare


Publicar: Blog2_Post

©2020 por La Llama Financiera. Creada con Wix.com

bottom of page