Por: José Moya
¿Qué piensas si te digo que, en este momento, un país se encuentra con tasas de interés negativas? Suena algo utópico, ¿no? Especialmente, si tomamos en cuenta que el mundo está tratando de deshacerse de la inflación que dejó la pandemia.
Déjame presentarte a Japón, el único país que está manejando una tasa de interés de -0.1%, aunque, actualmente, está con una inflación del 3% aproximadamente; la más alta desde 1991. Y es que Japón, tiene buenas razones para mantener estos números: reactivar su economía y fortalecer su moneda.
Resulta que Japón está experimentando una situación bastante particular, que pasa principalmente por lo débil que está el yen en comparación a otras monedas. Años atrás el yen era considerado uno de los principales refugios en tiempos de crisis para los inversionistas, sin embargo, ahora ya no mantiene ese estatus en las finanzas internacionales. El poco crecimiento económico del país en estas tres décadas y la diferencia con las tasas de la primera economía mundial (EE.UU), han hecho que el yen se vea muy debilitado y por ende, la economía japonesa.
¿Pero qué tiene que ver esto con las tasas negativas? Bueno, existen dos respuestas principales:
La primera radica en la diferencia que existe con la política agresiva de EE.UU. subiendo sus tasas de interés, debido a que, al tener un mayor interés, los inversionistas se ven más atraídos a llevar sus capitales a ese país y, de cierta forma, dejar de lado a Japón que está con una tasa negativa.
La segunda es un poco más compleja, de hecho, al estar débil el yen, el gobierno de Japón trata de fortalecer la economía con esta tasa negativa incentivando el consumo y, de cierta manera, teniendo una inflación “buena”; y qué mejor forma de incentivar una inflación buena que teniendo una tasa de interés negativa, que esto, en castellano, implica que el banco central de Japón les cobra más a otros bancos por guardar sus reservas haciendo que, de cierta forma, los bancos tengan que sacar sus reservas y mover más la economía.
Pese a todo esto, muchos analistas indican que el gobierno de Japón muy poco puede hacer frente a esta complicada situación y habrá que analizar el desarrollo que tiene este gran país.
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