Por: Diego Clavijo Orozco
Hablar sobre las diferentes crisis económicas que atraviesa el mundo es un tema amplio, pues, en su mayoría, son producto de la pandemia y los golpes a diferentes economías, como la estadounidense, la china y la europea. Esto, mientras la guerra en Ucrania, solo ayuda a acrecentar mayores deudas a los países del mundo, como una de las principales causantes de una posible recesión global, que “suena” como opción para los principales bancos.
En Latinoamérica, varios países han visto una inflación repentina cuando se consideraban “estables”, como es el caso de Colombia, El Salvador y Perú; este último con una mayor repercusión por problemas sociales a raíz de esto. Mientras, que los países ya "acostumbrados" a la crisis, como Argentina y Venezuela, tuvieron un incremento en su tasa inflacionaria, lo que ha preocupado a sus gobiernos de forma severa.
Sin embargo, para ojos del mundo, y, principalmente, para los ojos latinoamericanos, Bolivia quedó exenta de esta situación, y mientras medios como la BBC califican de “milagro” la salvedad de la economía boliviana, es el Gobierno del Estado Plurinacional quien destaca ser uno de los pocos países en ver su economía poco golpeada por la pandemia, lo cual, es considerado un logro en el país. Es ahí donde los oficialistas aplauden y llenan de elogios al Gobierno nacional, mientras que la oposición critica la medida por "x o z" motivo.
Ni lo uno ni lo otro. En términos generales, la inflación en Bolivia se encuentra “paralizada”, y sí, a comparación con países de la región, Bolivia se libra. En números, el costo de vida en América Latina aumentará un 10% para fin de año según expertos, mientras que en Bolivia será menos del 1% en comparación del 2021 (BBC).
Este logro, se debe al fuerte boliviano, o sea, la moneda, ya que tiene un cambio fijo debido a la inyección en dólares que proporciona el Gobierno nacional, fruto de los recursos que genera Bolivia, tanto en la gestión de Evo Morales como en la de Luis Arce. Además, Bolivia
ha subsistido gracias a la explotación del gas y de otros recursos, que son subsidiados por el propio Gobierno, lo que frenó la subida de precios. Finalmente, la regulación de los precios de exportación, ayuda a Bolivia a controlar los precios de sus productos, generando ganancias que otros países latinos no tienen (BBC).
Esto parece ser lo mejor que le podría haber pasado a Bolivia, aunque no siempre es bueno tener una inflación tan baja, y menos, en una región donde la inflación es alta. Por eso, es que hay que “pagar” algunos riesgos, como el endeudamiento del subsidio antes mencionado; ya que no solo incrementa la deuda, sino también, el déficit fiscal, por el riesgo de apoyar a la producción nacional como al mismo boliviano.
Por ahora, el éxito de la economía está asegurado para este 2022, aunque claro, esto en líneas generales, ya que el desempleo, el contrabando y la escasez, son algunas de las preocupaciones de los bolivianos. Por lo demás, nuestra inflación está controlada, aunque, aún así, debemos tener mucho cuidado.