Por: Diego Clavijo Orozco
Cuando nos hablan de deuda externa o interna, automáticamente los bolivianos “temblamos”, y sí, es entendible, ya que desde que el país es independiente, la famosa deuda es un tema relevante para toda nuestra población, más por lo que debe Bolivia que por lo que nos deben.
Sin embargo, esta semana este tema volvió a la relevancia gracias al reporte de la fundación Jubileo, ya que aseguró que la deuda externa se duplicó, mientras que la interna se TRIPLICÓ, ¡una locura! Ahora bien, si bien esto es preocupante, debemos informarnos bien para no caer en la especulación, ni mucho menos el pánico.
Vamos por partes, la deuda externa es la deuda que tenemos como país con entidades internacionales, mientras que la interna es la que acumulamos como país con nuestros propios ciudadanos, en este caso, los mismos bolivianos y bolivianas, quienes prestan un porcentaje de sus aportes a las deudas de nuestro país. En otras palabras, estas sirven para cubrir deudas anteriores, mientras se van acumulando de forma paulatina.
Esto es normal, y de hecho, todos los países del mundo tienen deudas, desde potencias como China o Estados Unidos hasta países sumamente pobres como Sudán del Sur o Somalia.
Pero, retomando el tema de Bolivia y el dato de Jubileo, El saldo de la deuda externa suma $us 12.589 millones a julio 2021 y la deuda interna llegó a Bs 95.253 millones en 2021. Caen ingresos y las RIN, y subió el déficit (Página Siete).
¿Esto es algo de lo que debemos preocuparnos? Eventualmente sí, pero es algo a lo que ya deberíamos estar acostumbrados, sobretodo porque es acumulativo, y se arrastran deudas de años, más aún teniendo en cuenta los problemas sociales de 2019 y la pandemia del coronavirus, lo que obviamente incrementa las cifras “de golpe”.
Mientras tanto, Jubileo no sólo nos asusta, también nos da posibles soluciones, en las que afirma que hay necesidad de políticas de reactivación y una lectura de los factores que determinaron la situación actual e identificar causas para dar soluciones (Jubileo), algo que ya todos sabíamos.
Si bien Jubileo asegura que ya no estamos en la bonanza de antes de 2014 (algo que también sabíamos), lo cierto es que las deudas no asfixiarán la economía nacional, al menos no por ahora.
Ahora bien, con esto no queremos decir que no te preocupes, ya que Bolivia cuenta con una deuda muy alta en números, pero sí es algo que tiene una solución igual de paulatina, además que se conoce los orígenes de la misma. Es por eso, que requerimos un plan económico por parte de las autoridades de Gobierno para minimizar los efectos a largo plazo, y no caer en la especulación por medio de la información.
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