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Por: Diego Clavijo Orozco
El 2020 fue un año horroroso para la economía mundial, eso es un hecho verídico y nadie lo puede negar. Es por eso que el 2021 se veía como un año de esperanza, ya que este podría darle un mejor panorama a las debilitadas economías de los países, y aunque fue mejor que el 2020, sigue siendo un año muy difícil para Bolivia y el mundo.
Es así que llegamos a la noticia que nadie quiere escuchar, y es que esta semana el Banco Mundial (BM), aseguró que el 60% de las familias bolivianas aún no lograron recuperarse, y es más, ni siquiera han mostrado signos de recuperación (El Deber). Como si se tratara de algo catastrófico, y sí, lo es.
Este estudio realizado por el Banco Mundial y el PNUD, refleja que en la mayoría de los países de Latinoamérica se dan estas cifras, resaltando en Bolivia, Paraguay, Ecuador o Colombia, mientras que países de Centroamérica como Honduras, Guatemala y El Salvador, tienen una leve recuperación, según la entidad mundial.
Sin embargo, analizando la situación, se puede concluir que los cuatro países no sólo coinciden con la pandemia del Covid19, sino también con conflictos sociales que paralizaron a sus economías de forma temporal, en diferentes periodos entre 2019 y 2021.
Industrias como la agricultura, alimenticia, turismo y minería, sufrieron caídas estrepitosas en estos países, por lo que no es de extrañarse que se produjera esta situación, aunque lo más preocupante es que no se avizora una recuperación activa para las familias, acompañada de catástrofes naturales y otros acontecimientos que mancharon a la economía nacional.
Por parte de las autoridades, fue el propio ministerio de economía quien había anunciado un crecimiento económico favorable para el país, catalogando a Bolivia como el de mayor crecimiento en PIB de la región, y que eso ayudaría a levantar los ingresos de las familias bolivianas. Sin embargo, a un mes de aquel anuncio, es raro que no favorezca a las familias, y aunque sí se pueda explicar, no se puede ignorar el hecho que si no hay crecimiento en el bolsillo de los bolivianos, no habrá crecimiento de Bolivia como tal.
Evidentemente, es una noticia que nadie quiere escuchar, más lo que importa ahora, es aportar a la recuperación económica de nuestro país, para que así se pueda sacar adelante a las industrias que estuvieron sumidas en la crisis. Después de todo, es una noticia que no queríamos escuchar, pero es la realidad.
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