Las neurofinanzas y el porqué algunas personas hacen más dinero que otras
- LaLlamaFinanciera
- 25 nov 2020
- 2 Min. de lectura

Por: Ibhar Christian Beramendi Illanes (Columnista)
Ganar 100 US$ no es lo mismo que perder 100 US$. El perder los 100 US$ puede generar una emoción mucho más intensa que ganarlos. Esto se debe a que las pérdidas desencadenan una mayor actividad en las áreas del cerebro asociadas con emociones negativas que las que generan las ganancias en los centros de placer. De esta manera, es importante reconocer que dichas emociones pueden repercutir sobre las decisiones de inversión.
El profesor Eshraghi indica que en las decisiones de inversión existe la promesa oculta de riqueza, la cual tiene un fuerte componente emocional. Este profesor indica que las mejores decisiones financieras se toman a menudo utilizando un «pensamiento lento, cuidadoso y analitico» en lugar de un «sentimiento rápido e inductivo». Las emociones no pueden eliminarse de las decisiones, pero lo importante es estar conscientes de ellas. Por ejemplo, si el mercado es demasiado volátil, puede ser mejor mantenerse fuera y dejar de mirar las pantallas, ya que el «cableado» de nuestros cerebros reacciona a contextos inestables de manera más emocional que analítica. Otras personas se encariñan y apasionan con marcas o compañías que encuentran familiares, llevando a una falta de diversificación a la hora de invertir y sacrificando la posibilidad de optar por una estrategia financiera sólida.
El nobel Kahneman, desde la corriente de la economía del comportamiento, indica que hay conocimientos y habilidades que representan ventajas significativas. Por ejemplo, tener cierta habilidad para el cálculo numérico y entender el interés compuesto puede ser importante para el manejo de los ahorros, las tarjetas de crédito y las decisiones en general. Este autor también indica que se debe tratar de evitar el arrepentimiento ya que este es un gran enemigo de las finanzas personales.
El psicólogo Morgan Housel indica que las personas suelen subestimar la necesidad del margen de error en casi todo lo que involucra dinero, principalmente, motivados porque las personas no quieren reconocer que su visión de ver el futuro puede estar equivocada. El autor también menciona que, al tomar decisiones que involucran dinero, ayuda recordar que el propósito de invertir es maximizar los retornos, no minimizar el aburrimiento.
En conclusión, lo importante es reconocer la existencia del componente emocional en las decisiones financieras, ser consciente de ellas, y tratar de controlarlas y dirigirlas para tomar la mejor elección.
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