Los 7 Fantásticos y la Pandemia Climática
- LaLlamaFinanciera
- 19 ene 2021
- 4 Min. de lectura

Por: María Laura Torrico Ramos (Columnista)
El año 2021 empezó de una manera tempestuosa no solo para las economías en vías de desarrollo, ya que el escandaloso COVID-19 muestra ninguna distinción en cuanto atacar a la población de los países más ricos del mundo, probablemente un recordatorio a la humanidad de que la salud es un bien incalculablemente valioso, que puede estar en riesgo en cualquier momento sin importar el nivel de “riqueza” que se tenga.
Es así que 7 de los países más influyentes del mundo tanto en materia económica, geopolítica y militar, agendaron una fecha oficial para una reunión que no pudo tener lugar el año 2020 debido a la pandemia, esta reunión tendrá lugar en Cornualles, Inglaterra y como anfitrión al primer ministro británico Boris Johnson, en la cual se especificó con mucho énfasis la urgencia de tratar temas de salud global, cambio climático y comercio internacional.
Pero primero entraremos en contexto de quienes presiden el gran “Grupo de los 7” y el por qué de su relevancia, el G-7 fue formado en 1973 antes de la crisis del petróleo del mismo año, con los mandatarios de Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido y Japón, siendo que en 1976 se integran Italia y Canadá, además de tener como miembros observadores a la Unión Europea, Mancomunidad de Naciones, la Liga Árabe, entre otros. Además de que solo entre estos países se concentra el 58% de la riqueza global neta y más del 46% del PIB global, en términos de valores nominales.
La labor del G-7 a través de los años ha sido determinante en distintas etapas de la historia contemporánea como en 1996 la iniciativa para la cancelación de la deuda externa de países en vías de desarrollo, como el apoyo de 300 millones de dólares después del accidente nuclear de Chernóbil, hasta últimos sucesos el 2014 con la anexión de Crimea a Rusia, acto que condenaron fervientemente.
En este entendido las naciones en cuestión, a su vez son las naciones “más golpeadas” en términos de cantidad de casos y muertes causadas por el coronavirus, siendo que concentran aproximadamente el 38% de los casos de infectados y el 36% de las muertes a nivel mundial, también son de las naciones que empezaron las campañas de vacunación con mayor rapidez desde el mes de diciembre, es que la cita de junio de este “Grupo de 7” se centrará en la temática de salud y cambio climático; que contará con la participación de 3 países invitados considerados países “democráticos influyentes”, siendo estos Australia, India y Corea del Sur.
Revisando las ambiciosas agendas de estos países es que en el caso de Estados Unidos se prevee vacunar a 100 millones de personas en los primeros 100 días del gobierno del presidente electo Joe Biden, sin embargo eso significaría el 30% aproximadamente para una nación con más de 300 millones de habitantes, de igual manera los gobiernos restantes expresaron expectativas optimistas de haber vacunado al menos al 70% de su población para finales del verano o inicios del otoño de ese lado del hemisferio de la tierra. Lo cual es un problema latente en cuanto a reactivaciones económicas para los países.
Ahora bien, dentro de las agendas del cambio climático, una de las más estructuradas y desarrolladas son las propuestas por el gobierno francés de Emmanuel Macron, con el eslogan “Make the Planet Great Again”, sin embargo agendas como la alemana o la estadounidense vía propuestas de la campaña Biden-Harris no se quedan rezagadas, en síntesis, las propuestas más importantes giran en torno a las promesas de Inglaterra que para el 2050 se habrá reducido por lo menos el 80% de los gases de efecto invernadero y para el mismo año Estados Unidos y Alemania serán economías con 100% de energía limpia, el primero, invirtiendo para ello 1.7 billones de dólares destinados a la investigación y desarrollo de tecnología de “zero-carbon”, de esta manera coadyuvando a las distintas naciones a adaptarse y mitigar este problema, creando más de 10 millones de empleos de economía limpia.
También se apoyan sobre la utilización de biocombustibles avanzados, haciendo de la agricultura una parte esencial dentro de estos planes, así como planes de protección a la biodiversidad y reforestación para el 2030. Francia también plantea la reducción de costo de las baterías de litio para fomentar su utilización y la aceleración del despliegue de los autos eléctricos, así como esperan llegar al objetivo propuesto para el 2030, de la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, al menos en un 55% con respecto a los niveles de 1990.
Así como estas existen muchas propuestas para distintos sectores de las economías, el sector de construcción, agricultura e incluso el sector financiero para la reducción de emisión de gases y la sustitución por energías renovables, ahora bien, a pesar de ser a primera vista promesas alentadoras, llenas de ambición y esperanza al mismo tiempo, es importante recalcar lo que algunos mandatarios ya lo tienen en claro, que todo esto no puede ser acción de un solo país o de algunos. Estas acciones tienen que ser tomadas en unidad por todo el mundo, así como la lucha contra el coronavirus es necesaria la acción global o no se tendrán los resultados esperados.
Muchas veces se cree que la economía está “peleada” o distanciada con todo lo “social” sin embargo es necesario entender que en sí la economía es una CIENCIA SOCIAL, que desde los líderes mundiales hasta todos y cada uno de los ciudadanos del mundo deben interiorizar que no existe absolutamente nada sin salud ni mucho menos sin planeta tierra, que ciertamente no puede existir algo como la “economía” sin salud y medio ambiente, mientras más rápido aprendamos y nos adaptemos, es cuando las economías van a alcanzar mayor bienestar y desarrollo económico, algo que la pandemia COVID-19 y el calentamiento global no podían dejar más claro, entendiendo que primero se debe solucionar «lo primero y después lo importante».
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