Necesitamos gastar más, ¡Ya!
- LaLlamaFinanciera
- 7 oct 2020
- 3 Min. de lectura

Por: Pablo Garcia Quint - Columnista
Bolivia se encuentra en momentos críticos. La pandemia mundial causada por el Covid-19 complica más la situación y pareciera que la única opción viable es la dinamización de la demanda agregada. Variables como el gasto y las tasas de interés permiten alterar la dinámica económica, pero se debe ver los dos lados de la moneda. Dejar de lado lo que puede aportar el análisis Austriaco llevaría a un error gravísimo para la economía boliviana.
Las políticas económicas no cambiaron durante casi dos décadas. Hace que el economista vea la situación como un momento perfecto de sacar llamativos modelos Neoclásicos y aplicarlos a la realidad. Como explicaba en un artículo anterior, se veía que el gasto y la inversión pública en el escenario Boliviano según la escuela Neo-Clásica llega a ser la variable explicativa en brechas recesivas para poder llegar al PIB potencial1. Si bien el último informe publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), medido trimestralmente, muestra que el PIB cayó en 1,66%, es decir de 2,22% a 0,56%, en el primer periodo del 2020 en comparación a los últimos tres meses del año anterior. No implica que se deba gastar más para subir dicho indicador. Lo que inmediatamente se puede analizar es que el aparato productivo está completamente en decadencia y es justamente que al contraer su oferta, los precios suben y la cantidad baja. Los paquetes de ayuda dados por el actual presidente y las propuestas compartidas por varios economistas, son útiles en la medida que ayudan a los consumidores a poder adquirir más bienes de consumo. Pero como vimos, el consumo no es el problema sino la oferta. En este sentido, las tasas de interés juegan el papel fundamental de proveer al productor, el crédito necesario para estar a flote o continuar con su negocio.
Debemos considerar en este análisis que las tasas de interés reflejan las expectativas y preferencias que el público y en especial los empresarios tienen sobre el futuro. Roger Garrison en su artículo, “The Austrian Theory: A Summary”, muestra que esta alteración en las tasas de interés afectan las preferencias de los consumidores, dándoles la falsa expectativa de ahorro o inversión (en este caso de inversión)2. Sin embargo, Garrison continúa explicando que las preferencias reales no cambiaron, y esto no es contemplado en el análisis Neoclásico. Esto hace que, como veíamos en el artículo anterior, la recesión tenga lugar consecuentemente al auge inducido por el crédito. Con este escenario, las consecuencias que Garrison menciona se darán a través de ajustes en el proceso de mercado que involucran necesariamente movimientos en el mercado de capital y en el mercado de trabajo. Estos son inherentemente mal asignados dada la naturaleza en el cambio de la tasa de interés. El impacto en la estructura del capital en este sentido, según la teoría Austriaca y según Garrison, se analizará desde dos perspectivas. Primero, desde el movimiento de las tasas de interés inducidas por las preferencias, o segundo, por las políticas económicas. Los efectos más graves que se reflejan en el mercado de capital y de trabajo, serán temas que tendremos que cubrirlos en otra ocasión.
De igual manera, una recesión mostrará, realmente, que negocios son aquellos que tenían una rentabilidad real y cual no, corrigiendo automáticamente la función empresarial que juega un papel importante en la economía. Si bien muchos negocios cierran, la posibilidad de ver demandas no satisfechas en la economía reinserta al empresario con otra iniciativa, como las estamos viendo de muchas maneras en las plataformas sociales, y así sucesivamente hasta quedar con aquellos empresarios cuyas ideas cubren estas demandas no satisfechas. Al final, vemos que las variables que son inducidas desde las políticas económicas hacen más daño que bien.
Ya con este análisis, uno puede llegar a la siguiente pregunta: Si nuestro país está produciendo muy poco ¿De dónde vienen los créditos y los bonos dirigidos al público? Está mi querido lector, es una muy buena pregunta.
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