¿Por qué importa el sobre-stock de cacao en El Ceibo?
- LaLlamaFinanciera
- 6 may 2021
- 3 Min. de lectura

Por: Melanie A. Alba Sossa
El 2019 se hacía eco en cómo la industrialización de la diversa producción del cacao boliviano apuntalaba una oportunidad de negocios, precedida por una especial atención del mercado global constatándose con premios en el ámbito internacional.
Este escenario ya se desarrollaba desde hace más de 10 años, donde en 2009 se realizaron estudios por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), evidenciaron el potencial a futuro de diferenciación que tiene la oferta exportable de cacao boliviano, desde un enfoque de calidad y no así de volúmenes.
Hoy, una crisis política y una pandemia después – o, mejor dicho, en curso – la situación dista mucho de cómo solía ser hace poco más de un año.
Tomando como ejemplo particular el caso de El Ceibo, quienes fueron motivo de qué hablar en prensa por (1) su reconocimiento como socio 1001 de la Cámara Nacional de Comercio CNC en homenaje a los 131 años de fundación de la segunda y por (2) su crisis de sobre-stock de grano de cacao en bruto.
Entrando en detalle respecto a la segunda noticia, el Ceibo tiene acumulados 17,000 quintales de grano de cacao en bruto, equivalentes al valor de 20 millones de bolivianos. Donde, además, se menciona qué la cosecha de invierno (que empezó en abril y termina en agosto) dejara otros 20,000 quintales adicionales acumulados.
Ahora, ¿por qué debería importarnos?
Primero y para entrar en contexto, es necesario conocer que El Ceibo es una Central Regional Agropecuaria Industrial de Cooperativas Ltda. de productores cacaoteros. Es decir, esta 1 empresa aglomera como afiliadas a 49 cooperativas de base distribuidas en toda la región del Alto Beni, en las Provincias Caranavi, Sud Yungas y Larecaja del Departamento de La Paz, que a su vez se traducen en más de 1500 familias socias.
Es decir, en este modelo de negocios, las actividades de producción se realizan a través de cooperativas, asociaciones y productores independientes para un posterior proceso de industrialización en El Alto, La Paz.
Ya entendiendo “lo que hay detrás” de esta empresa es que podemos entender la importancia de su sobre-stock.
- El exceso de oferta implica la caída de los precios de la materia prima que producen más de 1500 pequeños productos donde el cacao representa el 65% de los ingresos en Alto Beni, donde a su vez el El Ceibo aporta con el 80% de la producción.
- No sólo representa una caída en ingresos del pequeño productor, pero también podría implicar un incremento del desempleo, siendo que ésta es justamente una de las empresas que lidera en su rubro en cuanto a la generación de empleos para los bolivianos
¿Qué se puede hacer?
Para hacer frente a esta situación son precisos shocks en la demanda de este bien, puesto que, en palabras sencillas, la situación actual se caracteriza por una oferta exorbitante. Esto sin tomar en cuenta el daño que implica el contrabando de productos similares.
Para ello será crucial que la Cooperativa abra nuevos mercados tanto en el ámbito nacional como internacional y fortalezca los ya existentes.
Es importante también entender que pese a la atención mediática que se le dio a esta cooperativa, lo más probable es que esta situación no sólo está ocurriendo en Alto Beni (La Paz). Sin ir lejos, en el norte paceño, el pueblo Leco de Larecaja agrupa a 35 familias indígenas de la comunidad quienes venden el 90% de su producción a la empresa de Chocolates Para Ti en Sucre. Ya con esos antecedentes, podemos aventurarnos a sospechar que la situación es similar para la Amazonía boliviana que cosecha la principal producción para chocolates Baure, el trópico cruceño con La Huerta, y lo mismo con otras empresas chocolateras como Taboada, Breik y Sultus.
Si analizamos un poco el contexto nacional desde el inicio de la pandemia, la instauración de la cuarentena como medida de control se dio pocas semanas antes de la época de pascuas: fechas en las que las empresas de este rubro generar mayores ingresos. Con complicaciones en la distribución de su producto debido a las restricciones vehiculares, que en ese momento sólo permitían el transporte de productos de primera necesidad y con consumidores ‘encuarentenados’ y con menores ingresos, la producción para pascuas ya realizada con meses de antelación quedó estancada.
Sin lugar a dudas, la situación de sobre-stock de materia prima que vemos ahora no apareció de la noche a la mañana, sino que, es un problema que todas estas empresas – y, por ende, cooperativas, familias y pequeños productores – acarrean hace meses. Lo más probable es que las empresas mencionadas puedan hacer frente a esta crisis, mientras tanto, como consumidores y para evitar una caída en los precios de materia prima para el pequeño productor, podemos ayudar de una forma tan sencilla como, comiendo un chocolate
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