Por: Miguel Morales Gutierrez
El sector de los hidrocarburos en nuestro país tuvo un éxito histórico económico en esta última década, mismos que fueron frutos de aplicarse medidas de políticas macroeconómicas prudentes con carácter contra cíclicas y la nueva gestión de los beneficios obtenidos de estos productos, como ser el impuesto directo a los hidrocarburos, daban como resultados que en Bolivia se vivan momentos de crecimiento económico con una ligera afectación a pesar de haber vivido en temporadas de crisis económicas fuera de la ya conocida de la Pandemia por Covid-19 (Universidad de Navarra, 2021).
Sin embargo, los volúmenes a exportar son cada vez más críticos y criticables, puesto que de los dos países que dependen nuestras exportaciones buscan nuevos medios para ser autosuficientes acerca del consumo de carburantes, especialmente ligados a los derivados del Gas Natural. A pesar que ya se le extrae un gran porcentaje de los líquidos, nuestro Gas aún es bastante “limpio” a comparación de otros importados. Productos que por más que sean traídos, se necesitan plantas de adecuación y otras como en el caso del LNG. Motivo por el cual el precio y la cantidad ofertada de Bolivia a Brasil y Argentina, aún sigue siendo un negocio lucrativo.
Pero los volúmenes exportados, a nosotros nos cuesta más encontrarlos, puesto que las reservas tradicionales que teníamos, contando los mega campos, cada vez pierden volumen y además energía natural para seguir operando. Por lo que es necesario de buscar medios de inversiones, sobre todo en exploración y producción, que ya en el año 2021 se solicitó una inversión de 1 550 millones de USD para que sigamos en pie durante el periodo 2021-2025, o por lo menos hasta que Bolivia pueda recuperarse económica después de esta pandemia.
Los principales causantes de que se empiece a forzar que nos bajen nuestros precios son: la autosuficiencia de los países importadores por lo tanto la oferta aumenta provocando que el precio comercial baje. También se incluyen las subvenciones, un tema demasiado delicado puesto que el quitarla sería prender la llama social, pero seamos sinceros en solo en subsidios el 2021, a YPFB le costó 993 MM BOB en gasolinas y 3 337 MM BOB en diésel, donde los precios de estos carburantes que ahora están siendo importados, cada vez van a la subida. Por lo que haciendo un simple vistazo, vemos que las ganancias se nos reducen considerablemente, motivo por lo que ahora estamos re-negociando el precio del gas natural a la Argentina, ya que el de Brasil parece ser un tema más delicado por temas políticos, entonces el precio “conveniente” de 8 a 10 USD por millón de BTU diario sería el nuevo precio, mejor que el anterior de 7 a 9 USD/BTU día. Pero esto no lo hacemos por malos o buenos tipos, si no que existe una proyección que a causa de los conflictos internacionales, uno de ellos Guerra en Europa, podrían alzarse considerablemente sobre todo el LNG, haciendo más cara la energía importada a Argentina, entonces es como que ambas partes se están cuidando el bolsillo en caso de “algo”. Y lo otro, pero que nos perjudica bastante, es nuestra “no salida” al mar, puesto que como solo podemos exportar o importar con ciertos países, se nos pone como una soga al cuello en temas de negociación, es como que si “quieres lo tomas si no busca otro” y como no tenemos mucha elección, se nos queda cortos nuestro mantel. Por lo tanto, sería bueno ver otros mecanismos de subvenciones, o quizás poner aranceles en otros sectores para poder recompensar la pérdida de beneficios en el sector de los hidrocarburos, incluso ver otros medios de energía alternativa.
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