Propuestas con sabor a impuesto
- LaLlamaFinanciera
- 26 oct 2020
- 2 Min. de lectura

Por: Fabián Miranda
Todos hemos oído hablar del «impuesto a las fortunas», que es una de las primeras medidas que pondrá en marcha el nuevo presidente Luis Arce Catacora. Pero, ¿en qué aspectos esto podría llegar a afectar de manera positiva o negativa a la economía?
El presidente de la Cámara Nacional de Despachantes de Aduanas (CNDA), Antonio Rocha, tiene una opinión muy pesimista y en tono de advertencia. En resumen, dio a entender —y con justa razón— que esta medida afectará al patrimonio de las empresas y ahuyentará el ahorro y la inversión en el sistema financiero.
Nada fuera de la realidad, puesto que no parece razonable un nuevo impuesto a las llamadas fortunas. La medida sin duda afectará al patrimonio de las empresas, ahuyentando al ahorro y la inversión en el sistema financiero de nuestro país; prácticamente un efecto contrario al objetivo que se pretende buscar. ¿Y qué creen? También podría afectar la estabilidad de la moneda; al estar la mayoría de esos ahorros en divisas. Pero Llamita, ¡Lucho nos dará un bono de 1000 luquitas! Bueno querido lector, esta idea incrementa sustancialmente el gasto público a un punto que puede llegar a ser insostenible. ¿No sería mejor esperar fuentes de trabajo para las personas y que aseguren un ingreso fijo mensual?
Lo más correcto sin duda para la situación de nuestro país es un acuerdo que involucre al Estado, el sector privado, los trabajadores y las organizaciones sociales, priorizando la inversión pública, promoviendo la inversión privada, y generando empleos sostenibles. Así se lograría un equilibrio fiscal y una reactivación económica, sin dar o quitar ventajas a nadie.
Debemos aclarar algo. El futuro mandatario afirmó que el monto está en evaluación, que puede ser entre cinco y 10 millones de dólares como patrimonio personal, en el que no necesariamente se sumarán los ingresos de la cónyuge, sino, será personal. Pero eso es un tema que se debe evaluar en las primeras semanas de gobierno.
No nos olvidemos de otras medidas, como una reducción específica en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la devolución impositiva; aspectos que pueden ser favorables dentro de lo que cabe. Sin embargo, recordemos que alrededor de un 80% del sector económico en Bolivia es informal, y no tendría el impacto que se necesita. Esperemos que el futuro gobernante sepa tomar las riendas de nuestra economía y busque el bien para todos.
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