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Por: Miguel Morales Gutierrez
Durante este tiempo, las paradojas fueron el alimento diario de la economía, sobre todo de la boliviana. Desde el tema que planteamos realizar un tracking virtual fiscal a las aplicaciones de los celulares, pero aún no sabemos bien manejar el mercado de las monedas virtuales, hasta llegar al punto de buscar políticas económicas que aparentemente en vez de beneficiar, perjudican a los empresarios; en fin sin más preámbulos, bienvenidos a este nuevo capítulo, donde la devaluación de una moneda del vecino país, aparentemente será la futura chispa que desestabilice nuestra industria, sobre todo a la manufacturera y la agroindustrial.
Para tener una idea general, empecemos por la moneda peruana: el Sol. Misma que empezó a tener una devaluación en su valor en 2020, en un principio esta política monetaria tenía el objetivo de volver más competitivo al mercado peruano, ya que el país de Venezuela, al pasar a una política de dolarización para recuperarse, llegó a ser el DOLORización para muchos países. Uno de ellos es: Perú, que por anticiparse demasiado a su política, terminó pagando los platos rotos, y su devaluación se descontrolo totalmente, pasando de una devaluación esperada en 15%, a ser una de 42,2% - según datos The Economist, 2021 – siendo por ahora la segunda moneda más devaluada de la región.
Añadiendo a este imprevisto, se sumó un síntoma financiero que JPMorgan lo catalogó como algo extremadamente atípico, ya que la confianza de inversión en este país fue decayendo rápidamente, y al tener la mayor parte de su deuda en la moneda estadounidense, ésta tuvo un alza no prevista en 2021, donde todo se fue al bombo. Abriendo una puerta negativa que provocó un cambio radical en los productos de la canasta familiar peruana, que deberían ser mayormente sostenidos por una producción nacional, pero ahora todos ellos son importados, sobre todo el maíz, aceites y lo que más cuesta fue la gasolina. En pocas, las materias primas subieron, y las caseras peruanas tuvieron que subir sus precios de venta. Con una pérdida adquisitiva importante del Sol, efecto que apunta que tendremos un shock económico tipo venezolano muy pronto en este país.
Ahora bien, para que una explicación tan larga, si al final es un país ajeno al nuestro; pues estimado lector, es justo lo que las autoridades nos quieren hacer pensar, para que en nuestro mercado no empiece la especulación, un tema demasiado sensible en nuestro entorno sobre todo después de la hiperinflación en los ochenta. El último dato apunta que 1 USD equivale a 4,10 PEN, o sol peruano, lo que significa que lo que nos costaba importar desde Perú, ahora nos costará casi un 50% menos, especialmente si ya hubieras decidido importar cosas desde principio de este año, pues en estos momentos estarías haciendo un dinero extra.
Pero seamos sinceros, eso es cuando la importación es totalmente legal, pagaste impuestos y otros gastos, por lo tanto hubieras ganado un beneficio neto del 20%, por así decirlo. Pero volviendo a la realidad, existe un mínimo porcentaje de bolivianos que realizan este mecanismo de importación, la mayoría usa el contrabando, uno de los principales puntos es el cruce de Desaguadero, donde no solo te esperan minibuses, o nuestros estimados guardias de frontera con sus recibos para formalizar la corrupción, también existe un mini transporte de barcazas que por una mínima recompensa, te pueden llevar hasta 6 costales de lo que tú quieras.
Y justamente es este mecanismo del contrabando que tanto hace temblar a los empresarios, sobre todo del sector manufacturero y agroindustrial, ya que la canasta boliviana podría elegir productos peruanos, que por obvias razones estará recontra mega ultra baratísimos. Y al tener una etapa de recuperación económica, sobre todo en estos dos sectores, es claro que esta noticia congeló a cualquier empresario. Puesto que lo que más entra ilegalmente por la frontera son: condimentos, sazonadores, leche evaporada, pastas, preparados de sopas, galletas, chocolates, bebidas alcohólicas, granos de cereal, por mencionar algunos.
Por lo tanto los ingresos de la venta de estos productos, será el nuevo Dorado para los contrabandistas, que al saber que hay una escasez de gasolina en Perú, por ejemplo, simplemente pueden ir a la frontera e intercambiar los tanques de gasolina por estos productos. Y al no ser tan controlada la frontera, el resultado será pues money in da pocket para los extranjeros, o como diríamos ¡dinero gratis pues chango charango! Por lo tanto, es necesario seguir estas recomendaciones: el primer consejo es que no debemos fomentar el contrabando, porque dañaría tremendamente nuestra economía, y el segundo consejo es, aprender bien y de memoria el primer consejo.
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