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Por: Miguel Morales Gutierrrez
Nuevamente la Specially Designated Nationals (SDN) en 2017 reafirmó que la empresa Venezolana de Petróleos (PDVSA) siga en la lista negra, evitando de esta manera que negocios y bancos internacionales realicen negocios de inversiones o transacciones monetarias. A pesar de esta restricción con fines políticos internacionales, la BBC junto a la Administración de información Energética de los Estados Unidos indicaron que 41% de estos negocios se los realizaba en Estados Unidos, gran paradoja, 25% con China, 22% India, y el 12% con otros países. Dentro de ese 12% el que participa en más del 40% de importaciones de hidrocarburos desde Venezuela es Bolivia.
Ahora la pregunta acá es del por qué Estados Unidos pone sanciones a uno de los más pesados en la OPEP, y uno pensaría que por política, pero en realidad es para intentar no perder el control de los Petrodólares en el mercado de los commodities. Estrategia que hasta el día de hoy, perjudica de gran manera al desarrollo de nuestro sector de hidrocarburos en Bolivia. Porque siempre tenemos que estar sujetos a qué deciden los “más grandes” y recién poder tomar medidas, como ser la de buscar inversiones que tanto necesitamos para exploración y producción.
Entonces con esto en mente, lo lógico sería pensar que Bolivia mantiene relaciones comerciales con Venezuela únicamente por pensamiento político, y esto es en un 90% falso. Puesto que Bolivia desde ya el 2015, con la baja de producción de sus pozos al 40% y ahora se habla de más del 70% de declinación; nos vemos obligados a buscar sobre todo el crudo diluido que Venezuela es un gran experto en producirlo.
Y esto lo necesitamos para nuestras refinerías, sobre todo la Gualberto Villarroel en Cochabamba, puesto que es responsable de producir por lo menos el 55% de la producción en gasolinas, fuel jet, diésel, GLP, GNV, y lubricantes para nuestro país. Y a pesar de funcionar a su máxima capacidad, aún nos quedamos corto para abastecer al gran mercado Boliviano. Solo para tener un dato, en 2021 Bolivia importo alrededor de 2 120 millos de USD en combustibles, batiendo un record en esta última década, donde la importación creció en 93%, y como muchos analistas lo entienden, Bolivia podría dejar de ser productor a pasar a ser consumidor de combustibles si seguimos con la subvención y con el consumo acelerado que tenemos.
A pesar de firmas nuevos contratos de exploración con Brasil, o buscar inversiones nuevas para exploraciones, aún éstas no parecen ser las suficientes para que YPFB pueda sostener tanto al mercado interno como el externo, mostrando una debilidad cada vez más fuerte al entorno de la economía pudiendo afectar las decisiones de nuestros clientes o futuros inversionistas, como ser el caso de Argentina, que acorde el DEBER, 2022, Bolivia no podrá ya ser proveedor más allá del 2026, puesto que el mercado sobre todo del gas natural se dio una vuelta que es negativa para nuestro entorno a raíz de nuevas tecnologías como ser el Gas de Presal, Fracking, recuperaciones térmicas, etc que cada vez son menos dañinas al entorno pero algún rato dejaran de serlo, donde debemos preocuparnos.
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