Por: José Moya
Todos estamos conscientes de la ruptura de la relación Rusia-UE por todo lo que está ocurriendo en Ucrania últimamente y también que Rusia tenía como principales caseros energéticos a sus panas de la UE.
Bueno, resulta que Rusia, en vista de que sus principales clientes lo querían dejar de lado con el gas que produce, optó por buscar nuevos lugares y cabalmente lo encontró con uno de los países más grandes del mundo, el gigante asiático.
Parece que nuestro conocido Putin es todo un visionario y desde hace 8 años que se llevaba construyendo el gasoducto “Power of Siberia” ¿Qué gran Putin no? Un proyecto encargado de llevar hidrocarburos desde Siberia hasta China y tiene la capacidad de transportar hasta 60.000 bcm aunque en la actualidad solo se utilizan aproximadamente 35000 bcm por contrato con China.
Si bien como objetivo principal es dejar de depender de la UE para la venta de gas, esto no podrá ser por lo menos a corto plazo y los rusos están muy al tanto de la situación. Siendo que ya se está planeando en la construcción de nuevos gasoductos cuyos objetivos serán buscar nuevos clientes en el Oriente aparte de China, ya que será duro tratar de sustituir los 150 millones de metros cúbicos que se enviaba a la UE, de hecho, ya se tiene en mente el proyecto “Power of Siberia 2”.
En conclusión, Rusia solo está moviendo sus cartas para poder asegurarse de que podrá seguir explotando de buena manera los RRNN que posee, de hecho, se habla de que tiene acordado precios preferenciales con China, un país que necesita mucha energía por la densidad poblacional y por todo lo que significa para la economía del mundo.
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