¿Se acaban los dólares?

Por: Fabián Miranda

Frente al inminente descenso de las reservas internacionales en divisas, que hasta el 9 de mayo alcanzaban los 1.424 millones de dólares, el Banco Central de Bolivia (BCB), tiene previsto que durante el año se gestione un cambio en la normativa que le posibilite adquirir oro en el mercado interno y realizar operaciones financieras con las reservas internacionales del oro en el exterior.

Prácticamente, y en base a la opinión de diversos analistas, lo que se pretende en esta oportunidad es monetizar las reservas de oro para contar con una mayor cantidad de recursos líquidos, de este modo se cumplirán a cabalidad las obligaciones que posee el Gobierno.

Es así que el economista José Gabriel Espinoza dio a conocer que está en curso un proyecto de ley en la Comisión de Planificación de la Cámara de Diputados que busca que el BCB pueda realizar operaciones financieras con las reservas internacionales de oro en mercados internacionales, cosa que a criterio del economista, muestra que el Gobierno tiene una urgencia por reservas líquidas para rendir cuentas ante las obligaciones como el pago de la deuda externa y las importaciones.

De igual manera, y de lo cual no se habla suficiente, es que dicho proyecto de ley pretende dejar sin efecto la norma existente que exige al BCB realizar operaciones financieras con oro únicamente y especialmente con la previa aprobación de la Asamblea Legislativa.

En otro aspecto, según los analistas puede ser interesante la compra de oro para incrementar las reservas, sin embargo, dicha acción no es especialmente sencilla y se deben seguir rigurosos procedimientos para llevarlo a cabo. Esto sin contar el riesgo y peligro que representan estas operaciones con los precios de compra y venta que podrían prestarse a transacciones un tanto inadecuadas.

Concluyendo, en el ámbito económico no es un secreto que se considera fundamental una clara y sólida política de comunicaciones, además de un blindaje institucional y técnico que brinde credibilidad y no afecte aún más las expectativas negativas que se tienen, por lo cual, si se aprueba un proyecto de ley de esta magnitud, cualquier accionar por parte del Gobierno debería de ser cuanto menos transparente.

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