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Sequía económica alimentaria en Kenia

Foto del escritor: LaLlamaFinancieraLaLlamaFinanciera

Por: Diana Lucelia Ponce de León Murillo


Las sequías y Kenia son enemigos históricos por motivos de problemas de desarrollo en una serie de aspectos como la seguridad alimentaria, desarrollo económico y producción. Se proclama desastre natural, ya que cuando existen escasas lluvias, las cosechas fallan, adicionando a esto el problema de los conflictos étnicos.

Se estima que en Kenia, 2,1 millones de personas sufren de hambruna por la sequía en las cosechas, afectando a más de la mitad del país. De esta manera, la situación COVID-19 logra intensificar esta grave crisis de hambruna, y la Autoridad Nacional para el Manejo de la Sequía (NDMA) pronostica que para finales de este año las lluvias estarán muy por debajo de los niveles normales.

Se preguntarán, “¿Ayuda internacional?”

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en Kenia mencionó que el país necesitaba 9.400 millones de chelines kenianos (85.86 millones de dólares) para mitigar los efectos de la sequía entre julio y noviembre.

Fuera de esto, no se ha logrado mostrar un hecho compacto que llegue a causar algún cambio relevante, ni por parte del gobierno central ni mediante ayuda externa.

El problema va más allá de que las cosechas estén en riesgo; si no que las personas de las zonas urbanas deben pagar precios más altos por la escasez. Esto es difícil porque los hogares han perdido su poder adquisitivo por quedarse sin una fuente laboral a raíz de la pandemia.

Cabe también mencionar que la NDMA dijo que las medidas de distanciamiento social habían “restringido el desempeño comunal de las actividades agrícolas y la disponibilidad de oportunidades laborales ocasionales, reduciendo la cantidad de tierra cultivada y la producción de cultivos proyectada”. Por lo cual, la interrupción del suministro de alimentos básicos y ganado ha llevado a una mayor volatilidad de los precios.

Predicciones preocupantes:

-La producción de maíz disminuirá en un 50% en las regiones afectadas por la escasa superficie cultivada.

-En otras zonas, se dieron, como resultado, pérdidas totales de cosechas.

Todo esto lleva a que un hogar promedio tenga una mala cosecha, por ende, predomina poco dinero y una pésima nutrición dentro de sus familias. ¿Será que este país recibe alguna ayuda para la mitigación y adaptación de riesgos o les tocará cargar esto a su historial?



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