Un cambio de paradigma en las finanzas
- LaLlamaFinanciera
- 11 oct 2020
- 2 Min. de lectura

Por: Fatima Rocha
Globalización, pobreza, brecha salarial, discriminación por género, cambio climático, son algunos temas que, año tras año poseen mayor impacto y generan conciencia dentro de una población que exige cambio, ¿El resultado? Las finanzas sostenibles.
Si bien el término no tiene una definición exacta, todas aquellas aproximaciones, hacen referencia a la satisfacción de las necesidades actuales a través de actividades económicas sin poner en riesgo a las siguientes generaciones; además de generar bienestar económico, ambiental y social por medio de responsabilidad, sostenibilidad y ética.(Pacto Mundial, 2020)
Abarca todos los ámbitos de actividad del ecosistema financiero evolucionando de una visión tradicional donde lo primordial era la maximización de utilidades a un nuevo paradigma donde se mantiene la búsqueda de maximización de utilidades pero tomando en cuenta las necesidades del entorno y el efecto de su actividad sobre la sociedad.
Estás finanzas sostenibles posee tres dimensiones predominantes: la medioambiental mediante actividades que frenen el cambio climático como la contaminación del aire, agua, catástrofes medioambientales y otros, la social que permita el desarrollo en temáticas como la lucha contra la desigualdad, inversión en capital humano, inclusividad, etc.; y por último gubernamental para que permita un buen gobierno con estrategia empresarial conjunta en entidades públicas y privadas.(BBVA, 2019)
Asimismo cada vez más inversores buscan opciones de inversión que tengan un impacto positivo en la sociedad o que contribuyan a la sostenibilidad; de manera complementaria el sistema financiero también se encuentra involucrado con la tarea de dirigir y orientar el ahorro a esta inversión siendo pieza clave para que se tenga mayor alcance dentro de los actores económicos. (FAFS, 2020)
Europa es actualmente el epicentro de esta gran expansión sobretodo por los efectos del cambio climático y el agotamiento de recursos, migrando a un modelo más sostenible que les permita cumplir los objetivos de la agenda 2030 acordados en el acuerdo de París por medio de un Plan de Acción de la Comisión para una economía más ecológica y más limpia donde se presenta al sistema financiero como el eslabón principal, algunas de las acciones que representan a este plan son etiquetar a los productos financieros sostenibles para su fácil reconocimiento, obligar a empresas de seguros e inversión a asesorar de este rubro, así como a gestores de activos e inversores institucionales a tener en cuenta la sostenibilidad en el proceso de inversión, entre otras medidas.(Pacto Mundial, 2020)
Esta realidad en América Latina es diferente ya que las entidades financieras han tenido un pobre desempeño en la promoción del desarrollo sostenible, sin embargo, el sector microfinanciero, las ONG´s con la promoción de responsabilidad social corporativa y los estándares ambientales están abriendo nuevos caminos.
Aunque en países con agudas crisis políticas, como Bolivia, Nicaragua y El Salvador la experiencia más cercana a las finanzas sostenibles fueron por medio de las ONG´s demostrando el arduo camino por delante. Siendo honestos Bolivia necesita urgentemente migrar hacia una estrategia más sostenible al poseer grandes riquezas naturales que actualmente arden bajo un manto de destrucción que podría ser aprovechado por los Bolivianos. Nuestro sistema financiero ha demostrado que la disminución de la miseria puede ser combinada con buenas prácticas de negocios, es hora de potenciarlo. (PNUD, 2020)
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