¿Una nueva alza en el desempleo?
- LaLlamaFinanciera
- 7 abr 2021
- 2 Min. de lectura

Por: Fabián Miranda
Pese a que el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) revela que la tasa de desempleo urbano en Bolivia se redujo al 8,93 por ciento en febrero de 2021, la cifra de personas desocupadas se puede incrementar de manera significativa a partir del segundo semestre; cuando finalice el periodo de gracia para los créditos bancarios diferidos.
Según el economista Gabriel Espinoza, la tasa de desempleo, que se acerca al 9 por ciento, es alta y prueba que las consecuencias de la pandemia aún persisten en el mercado laboral, aún cuando la economía se ha mantenido abierta y pese a que el Gobierno habla de una recuperación.
Es claro que cuando concluya el periodo de gracia para créditos bancarios reprogramados o refinanciados, las empresas tendrán serios problemas ante la presión de cancelar sus obligaciones ante la banca.
Es más que probable que el ajuste venga por el lado del empleo, comúnmente pasa así, básicamente, porque las unidades productivas más vulnerables son al mismo tiempo, las que dependen más del empleo que de otro factor como tecnología, inversión o capital.
Recordemos que hubo una inminente reducción de fuentes de empleo a partir de junio, sumado a esto, la elevada tasa de desocupación actual, ambos factores que dificultan notablemente la reactivación del consumo, lo cual agravará la situación de las empresas.
Debemos mencionar que la tasa de desempleo alcanzó su pico máximo en el tercer trimestre de 2020, con un promedio del 10,76 por ciento. Sin embargo, en términos mensuales, el indicador bordeó el 12 por ciento en el mes de julio, cuando la mayoría de las ciudades capitales permanecía en cuarentenas rígidas por la pandemia de COVID-19.
En fecha 30 de marzo, el presidente Luis Arce anunció la reducción del desempleo urbano a partir de «políticas efectivas» aplicadas en su Gobierno.
Sin embargo, lastimosamente no se han visto medidas relevantes que permitan reducir la tasa de desempleo en Bolivia como por ejemplo una flexibilización de la normativa laboral.
No es un secreto que existieron cambios de modalidad de trabajo a consecuencia de la pandemia. Numerosas empresas optaron por el trabajo semipresencial o medias jornadas, sin embargo, la normativa laboral actual impide a las empresas ajustar el pago al tiempo trabajado.
Sin duda, una situación que genera en algunos casos el cierre inminente de empresas y, en otros, el retiro de trabajadores, puesto que las empresas no están de acuerdo con contraer elevados costos laborales por jornadas laborales restringidas y una disminuida productividad por parte de los trabajadores.
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